Aunque aún estamos en pleno verano, el regreso a la escuela es inminente. Poco a poco los supermercados se llenan de artículos para las clases y la emoción para los más jóvenes se siente en el aire. Para los papás que están por trasladar a sus pequeños del jardín de niños a la primaria puede ser una etapa complicada, pues están preocupados por lo que ocurrirá a sus pequeños en este cambio en la rutina y los retos académicos que se presentarán.
Sumado a esto, las vacaciones de verano suelen ser una época caótica, en la que los horarios y las rutinas diarias cambian por completo, los niños se acostumbran a estar en casa, en compañía de sus padres, sin muchas obligaciones, por ello manejar adecuadamente la transición es muy importante.
Aunque parezca algo sencillo, pues ya han ido a la escuela antes, la llegada a la primaria es un paso grande, porque la parte académica aumenta en el aula y las tareas son más exigentes. Por ello tomar algunas medidas sencillas ayudará a los niños más pequeños a que su transición sea más sencilla. Lo primero es considerar el cambio al que se enfrentarán, comprender si hay variaciones en la conducta y estar abiertos a escucharlos.
Puede que los más pequeños sean un poco reticentes al cambio. No a todos les gustan los cambios y es normal, por ello desatar la emoción durante las vacaciones es necesario. Llévalo a comprar sus útiles, háblale de las ventajas que tendrá al ir a la escuela y que ahora será un niño más grande. Fomenta su independencia y permite que con este cambio lleguen para él algunos crecimientos en su autonomía, déjalo que te ayude en nuevas tareas y dale algunos retos.
Una mejor forma de afrontar los cambios es acercarnos a ellos de antemano, conocerlos y saber a qué nos desafíos responderemos en el futuro. Por ello, abrir los libros nuevos, revisar los horarios, conocer las rutas y los lugares cercanos a la escuela es una forma de hacerlos sentir más tranquilos. Si es posible conozcan la escuela antes de que comiencen las clases, llévalo a conocer las instalaciones y los maestros, háblale de lo que será la escuela nueva y hazlo sentir que es capaz de superar cualquier reto.
Al menos quince días antes del inicio de las clases comienza a trabajar una rutina que se acople a lo que vivirá en la escuela, poco a poco llega al horario en el que tendrá que levantarse, así como el momento del día en que tomarán alimentos. Plantea horarios al interior de casa para que se acostumbren un poco a esas actividades, dale horarios para leer o para jugar un poco. Así llegará a la escuela con una rutina más estructurada y será más sencillo acoplarse a la escuela.
Desde el aula y una vez iniciadas las clases también puedes apoyar a tus alumnos que apenas se integran a la escuela primaria. Considera que ellos vienen de un ambiente y una educación centrada en el desarrollo y ahora comenzarán una etapa mucho más académica. Comienza despacio, dales la oportunidad de adaptarse y conócelos desde el inicio. Mantente en contacto con los padres de familia, para que sepas cómo va su proceso y si en casa han presentado cambios. Tranquiliza a los papás que seguramente están estresados y no dudes en darles algunas notas positivas sobre el desarrollo de sus hijos.
¿Tienes pequeños en casa que se van a la primaria? ¿Eres profe de primero? ¿Cómo trabajas las transiciones?