La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) estableció en junio de 2007 esta fecha como el Día Internacional de la No Violencia en memoria del nacimiento de Mahatma Gandhi.
La ONU solicita a los países miembros, organizaciones regionales y no gubernamentales e individuos a realizar acciones que promuevan mensajes de no violencia. El principio de la no violencia tiene una relevancia universal y busca conseguir una cultura de paz, tolerancia y comprensión.
De acuerdo a las cifras de la ONU, se estima que cada año 1,6 millones de personas pierden la vida en algún acto de violencia, donde los tipos más comunes son la violencia contra la mujer o de género, racial, religiosa, homofóbica y en menor grado criminal.
Entre todos los tipos de violencia, la que se ha incrementado significativamente es la ejercida contra la mujer o la de género. La ONU estima que el 35% de las mujeres que mueren en todo el mundo son por acciones violentas por su pareja o algún miembro de su familia. Estas cifras aumentaron en 2017 en un 50%, situación preocupante y que necesita ser atendido de manera urgente y radical.
No toda la violencia termina en muerte, sino que muchas son acosadas o violadas, insultadas verbalmente y vejadas por sus opresores. Todas estas acciones son formas de violencia contra la mujer y entran dentro de las estadísticas que se observan durante este día, junto con la de muchos otros tipos de violencia.
Para la ONU la pobreza es la peor forma de violencia. Asimismo, se considera que la no violencia es un arma de los fuertes.
La verdad y la no violencia son inseparables y se presuponen mutuamente. Puede que nunca tengamos suficiente fuerza como para ser totalmente no violentos de pensamiento, palabra y obra. Pero debemos hacer que la no-violencia sea nuestro objetivo, y avanzar constantemente hacia ella.