Es importante destacar que esta fecha no es oficial, y ya desde hace varios años se ha venido impulsando en su mayoría por activistas y asociaciones en pro de los derechos de los animales.
Recordemos que en las culturas prehispánicas veneraban a algunos animales como el jaguar, el águila, la serpiente, entre otros.
Asimismo el perro, en especial la raza del xoloitzcuintle ha sido venerada, ya que creían que estos animales eran guardianes de los espíritus, que guiaban a las almas de los fallecidos por el largo y difícil camino por Mictlán, la ciudad de los muertos.
La noche del 27 de octubre se coloca la primera ofrenda en recuerdo a las mascotas que partieron a otras dimensiones y que en esta noche regresan a casa a visitarnos y a degustar de sus alimentos preferidos.
Entre las cosas que no deben de faltar en la ofrenda están:
No olvides colocar la sal, el mantel blanco, el papel picado y algunas de las cosas que más les gustaban.