La Organización de las Naciones Unidas (ONU) asegura que la violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo un tema preocupante, ya que de acuerdo a las estadísticas,: una de cada tres mujeres se ve afectada por algún tipo de violencia de género y cada 11 minutos una mujer o niña muere asesinada por un familiar.
Hace cinco años, el movimiento #MeToo, fundado por Tarana Burke en 2006, provocó una movilización mundial que manifestó la urgente necesidad de prevenir y responder a la violencia contra las mujeres. Otros movimientos en todo el mundo como #NiUnaMenos, #BalanceTonPorc, #TimesUp entre muchos otros, también catalizaron el cambio.
Desde entonces, ha habido una sensibilización y un impulso sin precedentes para poner este tipo de violencia sobre las mesas de las agendas gubernamentales, con leyes y políticas, servicios esenciales y estrategias de prevención.
Pero al mismo tiempo se ha producido un incremento de los movimientos antiderechos, incluidos los grupos antifeministas, lo que ha provocado una reducción del espacio reivindicativo, una reacción contra las organizaciones de derechos de las mujeres y un aumento de los ataques contra estas activistas.
Apoyar e invertir en organizaciones y movimientos feministas fuertes y autónomos es fundamental para acabar con este tipo de violencia, de ahí que el tema de este año sea ¡ÚNETE! Activismo para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas.
Fue en 1999 cuando la Asamblea General estableció que el 25 de noviembre se conmemora como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y se busca que los gobiernos, las organizaciones internacionales y las organizaciones no gubernamentales organicen en este día actividades dirigidas a sensibilizar a la sociedad respecto al problema de la violencia contra la mujer.
¿Por qué en esta fecha?
Las Hermanas Mirabal, activistas políticas de la República Dominicana fueron brutalmente asesinadas por órdenes del gobernante Rafael Leónidas Trujillo el 25 de noviembre de 1960.
Militantes y activistas en favor del derecho de la mujer de varias partes del mundo retomaron esta fecha desde 1981 como un día de protesta contra la violencia que sufre la mujer.
De acuerdo a los informes de la UNESCO, el cambio climático y la pobreza son factores que inciden en la violencia contra las mujeres y niñas.
El cambio climático es un multiplicador de amenazas, ya que es una de las causas en el descenso en la producción de alimentos en el mundo, lo que a su vez provoca migraciones y por ende problemas económicos en las familias.
En forma general, la violencia se manifiesta de forma física, sexual y psicológica e incluye: