En 2025, el Programa de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) vive una crisis histórica de financiamiento que amenaza con deshacer décadas de progreso. Los servicios de prevención del VIH se han visto gravemente afectados. Los servicios comunitarios, vitales para llegar a las poblaciones marginadas, están siendo relegados, mientras que el aumento de leyes punitivas que penalizan las relaciones entre personas del mismo sexo, la identidad de género y el uso de drogas está amplificando la crisis, haciendo que los servicios de VIH sean inaccesibles.
La respuesta mundial al sida se ha visto sacudida en los últimos meses, pero aún queda mucho por hacer para alcanzar el compromiso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de acabar con el sida para 2030. El sida no ha desaparecido y, dada la situación actual, se necesita un nuevo enfoque transformador para mitigar los riesgos y ayudarnos a alcanzar nuestros objetivos.
ONUSIDA hace un llamado a los países para que realicen cambios radicales en la programación y el financiamiento del VIH. La respuesta mundial al VIH no puede depender únicamente de los recursos nacionales. La comunidad internacional debe unirse para salvar la brecha financiera, apoyar a los países para cerrar las brechas restantes en los servicios de prevención y tratamiento del VIH, eliminar las barreras legales y sociales, y empoderar a las comunidades para que lideren el camino.
Estadísticas mundiales sobre el VIH
Personas que viven con el VIH
Desde 1988 se conmemora este día, ese año fue declarado como el Año de la Comunicación y la Cooperación sobre el SIDA y la Organización Mundial de la Salud (OMS) propuso esta fecha para declararla Día Mundial de la Salud, la cual fue apoyada por las Asambleas Mundial de la Salud y de la General de las Naciones Unidas. En el 2011, se cambió el nombre a Día Internacional de la Lucha contra el SIDA.