El cáncer es una enfermedad que afecta no solo a quien la sufre, sino a su entorno más cercano. De ahí que sea una cuestión en la que todos hemos de formar parte. Por eso, este 2021 es el año de “Juntos por nuestro futuro”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) hace un llamado para que todo el mundo, se comprometa a fortalecer las acciones dirigidas a reducir el impacto del cáncer, fortaleciendo las acciones preventivas que reduzcan los factores de riesgo para el cáncer, impulsando el tamizaje y detección del cáncer en etapas tempranas y la mejora en el acceso al diagnóstico, tratamiento adecuado y cuidados paliativos.
Esta fecha la establecieron la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Centro de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) y la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC) con la finalidad de fomentar y fortalecer las acciones destinadas a la reducción de la presencia del cáncer en todos sus tipos.
La mayoría de estas acciones están más enfocadas hacia los países de ingresos económicos bajos y medios, ya que en estos países las tasas de muerte por cáncer son las más elevadas del mundo, casi en un 70% de la tasa global.
Compartimos algunas cifras de la OMS:
El cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo; en 2015, ocasionó 8,8 millones de defunciones. Casi una de cada seis defunciones en el mundo se debe a esta enfermedad.
Cerca del 70% de las muertes por cáncer se registran en países de ingresos medios y bajos.
Alrededor de un tercio de las muertes por cáncer se debe a los cinco principales factores de riesgo conductuales y dietéticos: índice de masa corporal elevado, ingesta reducida de frutas y verduras, falta de actividad física, consumo de tabaco y consumo de alcohol.
El tabaquismo es el principal factor de riesgo y ocasiona aproximadamente el 22% de las muertes por cáncer.
Las infecciones oncogénicas, entre ellas las causadas por virus de las hepatitis o por papilomavirus humanos, ocasionan el 25% de los casos de cáncer en los países de ingresos medios y bajos.
La detección de cáncer en una fase avanzada y la falta de diagnóstico y tratamiento son problemas frecuentes.
El impacto económico del cáncer es sustancial y va en aumento. Según las estimaciones, el costo total atribuible a la enfermedad en 2010 ascendió a US$ 1,16 billones.
Solo uno de cada cinco países de ingresos medianos o bajos dispone de los datos necesarios para impulsar políticas de lucha contra la enfermedad.