Después del hundimiento del barco petrolero mexicano Potrero del Llano por un submarino alemán del ataque directo al buque Faja de Oro, el General Manuel Ávila Camacho, Presidente de México declara la guerra a las potencias del Eje.
Ante estos eventos, el Gobierno Mexicano adoptó medidas precautorias, como la defensa civil, la incautación y la administración de las propiedades de los residentes alemanes, italianos y japoneses en México; instituyó el servicio militar obligatorio, organizó un Consejo Supremo de la Defensa Nacional y estrechó los lazos de amistad y ayuda que lo unían con los países democráticos aliados.
Lo más relevante e importante fue que bajo la Bandera Mexicana surgió un escuadrón aéreo profesional, integrado por casi 300 hombres: el Escuadrón 201, de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana, el cual operó en la isla de Luzón. En 1944, el Escuadrón 201 participó en la liberación de las islas Filipinas, debido a los lazos históricos y culturales existentes entre ambas naciones.