Clara de la Rocha nació en Durango en 1890. En 1910, junto con su padre, el general Herculano de la Rocha, se afilió al movimiento maderista.
Durante el movimiento armado fue nombrada Comandante de Guerrilla y luego Coronela, participó en la toma violenta de la Ciudad de Culiacán, Sinaloa y en el asalto a la Casa de Moneda de la ciudad. En este acontecimiento, Clara de la Rocha obtuvo una victoria importante para las fuerzas antirreleccionistas al lado de su padre, en el que los federales se vieron obligados a rendirse en el templo de la catedral de Culiacán.
Sus biógrafos aseguran que Clara tenía una excelente puntería, al grado de ganarle a sus compañeros en torneos de puntería.
Lamentablemente poco se conoce de su vida después de la Revolución, esta valiente mujer murió a la edad de 80 años en su estado natal.