Antes de iniciar la Revolución Mexicana, la familia Serdán, participó activamente en labores de propaganda política, en apoyo del candidato antirreleccionista don Francisco I. Madero. Después del fraude electoral de 1910, decidieron unirse a la revolución, que fue convocada por medio del Plan de San Luis.
El gobierno de Díaz se enteró que existía un arsenal clandestino en el domicilio ubicado en la antigua calle de Santa Clara No. 4, casa de la familia Serdán. De inmediato se rodeó el domicilio, y se conminó a los ocupantes a rendirse y a entregarse a las autoridades, pero los hermanos Aquiles, Máximo y Carmen Serdán, acompañados por varios seguidores, decidieron oponerse a las autoridades y resistieron.
Las fuerzas federales tomaron la casa de la familia Serdán, Aquiles, se escondió, y al tratar de levantar un arma, recibió el disparo que le causó la muerte, los demás fueron apresados.
Las crónicas aseguran que fueron 400 soldados los que rodearon la casa de Aquiles Serdán, mientras que 30 policías ingresaron y 100 agentes más dispararon sin cesar, así fue como lo asesinaron en la madrugada del 19 de noviembre de 1910.
El cadáver del anti-reeleccionista, fue exhibido en la plaza principal de la ciudad de Zaragoza, por un periodo de dos días.