La Organización de las Naciones Unidas (ONU) asegura que acabar con la pobreza es una cuestión de dignidad, justicia y pertenencia, no solo de ingresos. El tema de este año destaca una de las vertientes más difíciles de ver de la pobreza: el maltrato social e institucional que sufren las personas que viven en la pobreza. Esto se consigue garantizando un apoyo respetuoso y eficaz a las familias, con un objetivo claro: dar prioridad a los más desfavorecidos y crear instituciones que ayuden a las familias a permanecer unidas, prosperar y forjar su propio futuro.
Las familias que viven en situación de pobreza suelen enfrentarse al estigma y al rechazo precisamente en los lugares donde deberían recibir apoyo, como en las escuelas, clínicas, oficinas de asistencia social o servicios de protección infantil. Madres solteras, familias indígenas y otros grupos históricamente discriminados denuncian maltratos, injusticias y deshumanización que minan su autoestima y destruyen su agencia personal, lo que en ocasiones lleva a situaciones de separación familiar, con consecuencias emocionales y sociales duraderas para niñas, niños y padres.
La ONU hace un llamado para garantizar que se respete y apoye adecuadamente a las familias a través de las siguientes acciones:
Este organismo menciona que más de 690 millones de personas viven en condiciones de pobreza extrema (con menos de 2.15 dólares al día), y casi la mitad de la población mundial vive con menos de 6.85 dólares al día, lo que deja a muchos a solo un golpe de distancia de la miseria.
La pobreza no es una realidad fija, muchas familias entran y salen de ella, a veces solo por un tiempo. Por ello, es importante prevenir que alguien caiga en la pobreza como ayudar a quienes ya están atrapados en ella.
Además, la crisis climática también golpea con más fuerza a quienes menos tienen. La mitad más pobre del planeta apenas contribuye a las emisiones de gases, pero soporta la mayor parte de las pérdidas económicas y humanas causadas por los desastres climáticos.
También los conflictos agravan la pobreza, la proporción de personas en situación de pobreza extrema que viven en entornos frágiles y afectados por conflictos se ha incrementado de manera considerable.