Luego de que fueron hechos prisioneros el 18 de febrero de 1913, el Presidente Francisco I. Madero y el vicepresidente Pino Suárez en Palacio Nacional por órdenes de Victoriano Huerta, se firma, esa misma noche el Pacto de la Ciudadela, con el cual se desconoció al gobierno legítimo de Madero.
Al otro día, Madero y Pino Suárez son obligados a firmar la renuncia a sus cargos. El general Victoriano Huerta, luego de una maniobra ilegal, asume el cargo de Presidente interino de la República.