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El 13 de mayo de 1942, un submarino alemán hunde el barco petrolero mexicano Potrero del Llano y el 20 de mayo atacaron al Faja de Oro. Estos acontecimientos obligaron a nuestro país a participar en la Segunda Guerra Mundial.
Después de los cobardes ataques a barcos petroleros de México los días 13 y 20 de mayo de 1942, el 28 de mayo, el General Manuel Ávila Camacho, Presidente de México, declaró la guerra a las potencias del Eje.
Ante estos eventos, el Gobierno Mexicano adoptó medidas precautorias, como la defensa civil, la incautación y la administración de las propiedades de los residentes alemanes, italianos y japoneses en México; instituyó el servicio militar obligatorio, organizó un Consejo Supremo de la Defensa Nacional y estrechó los lazos de amistad y ayuda que lo unían con los países democráticos aliados.
Lo más relevante e importante fue que, bajo la Bandera Mexicana, surgió un escuadrón aéreo profesional, integrado por casi 300 hombres: el Escuadrón 201, de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana, el cual operó en la isla de Luzón. En 1944, el Escuadrón 201 participó en la liberación de las islas Filipinas, debido a los lazos históricos y culturales existentes entre ambas naciones.