Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Alemania y Berlín fueron divididas, esta ciudad se fragmentó en cuatro sectores de ocupación: el soviético, estadounidense, francés e inglés. Estas absurdas divisiones trajeron con el tiempo disputas al grado de que un día se tenía a dos Alemanias.
En 1949 los sectores estadounidense, francés y británico se consolidaron como la República Federal Alemana y el sector soviético pasó a ser la República Democrática Alemana. Se crearon 81 puntos de paso entre las zonas.
El lento desarrollo económico que presentó la región comunista (soviética) generó a principios el éxodo de casi 3 millones de personas que buscaban mejores oportunidades. Para evitar la migración, en agosto de 1961, se comenzó a levantar el “Muro” dejando sólo 12 puestos de control. Durante los 28 años de existencia de este Muro de hasta 4 metros de altura, más de 5 mil personas trataron de cruzar el muro y más de 3 mil fueron detenidas. Asimismo, 100 personas perdieron la vida al intentar trepar.
La caída del Muro de Berlín fue el primer paso hacia la unificación de las dos Alemanias, que tuvo lugar el 3 de octubre de 1990 y el 20 de junio de 1991 Berlín se convertiría oficialmente en la nueva capital de la Alemania unificada.