El antecedente para la fundación de la Cruz Roja Mexicana, fue el decreto expedido en 1907 por el Presidente Porfirio Díaz en que se establece que México se adhiere a la Convención de Ginebra de 1864 para el mejoramiento de la suerte de los heridos y enfermos de los ejércitos en campaña.
A finales del mes de agosto de 1909, la ciudad de Monterrey sufrió daños severos por una tromba que afectó a más del 50% de la población, registrándose un número considerable de víctimas. En la Ciudad de México se formó la primera brigada de auxilio, conformada en su mayoría por mujeres, que abanderó el emblema internacional de la Cruz Roja. Se considera a esta la primera incursión de la Cruz Roja Mexicana.
El 21 de febrero de 1910, el Gral, Porfirio Díaz expidió el Decreto Presidencial Número 401, en el que se le da reconocimiento oficial a la Cruz Roja Mexicana y sus estatutos entraron en vigor el 12 de marzo de ese mismo año.
La Cruz Roja Mexicana es una institución de asistencia privada no gubernamental, humanitaria, imparcial, neutral e independiente; que moviliza redes de voluntarios, comunidades y donantes para operar programas y servicios que tienen como objetivo el preservar la salud, la vida y aliviar el sufrimiento humano de la población en situación de vulnerabilidad.
Asimismo, atiende a personas o comunidades afectadas por situaciones de emergencia o desastre, problemáticas de salud, enfermedades y lesiones por accidentes, así como a los fenómenos de la migración y la exclusión social.
Todos los programas y servicios consideran en sus acciones internas y de acercamiento comunitario los enfoques de inclusión social y educación humanitaria.
Además, promueve la prevención y el aumento de capacidades individuales y colectivas, para que los beneficiarios de sus acciones, se organicen socialmente, se preparen y sean resilientes ante amenazas y adversidades.