Los mazahuas son una etnia indígena de la zona norte del Estado de México que tiene la creencia de que en el Día de Muertos, las almas de los difuntos regresan a visitarnos en forma de mariposas monarca. Otra versión de esta leyenda señala que los muertos viajan en las alas de las mariposas y es así como llegan hasta los altares.
Los mazahuas tienen también la creencia de que el espíritu de los niños difuntos llega el 31 de octubre a la una de la tarde, se pasean durante un día por los hogares donde les ofrendan algo y se van el 1 de noviembre a la misma hora, para dar paso a la visita del alma de los muertos adultos.
Para darle la bienvenida a los difuntos, los mazahuas acostumbran hacer una procesión desde la iglesia hasta el panteón. Así logran “encaminar el alma” o recibirlos, mientras que para despedirlos la peregrinación se hace a la inversa.
Mexicas, mixtecas, teotihuacanos, toltecas y zapotecas rendían admiración con el paso de las colonias de insectos a su zona de hibernación.
Los aztecas la llamaban Quetzalpapalotl o mariposa sagrada y la asociaban con Xochiquetzal (flor preciosa), diosa de la belleza, el amor y las flores. Los purépechas la llamaron Kolombrini parakata y los otomí tümü.