Fue durante el Gobierno de José López Portillo, que se publica en el Diario Oficial de la Federación la adición del inciso VIII, al artículo 3º de la Constitución, en el que se permite a las universidades e instituciones de educación superior de gobernarse a sí mismas y realizar sus planes de educación, investigación y difusión de la cultura.
Con esta adicción al artículo 3° Constitucional, se elevó la autonomía universitaria a rango constitucional.
Esta adición, fortalece la libertad de cátedra, dando libertad a los docentes de expresar sus ideas y de transmitirlas a sus alumnos.