Es una metodología antigua que aún en nuestros días es utilizada por campesinos para predecir el clima de los próximos meses del año. A las cabañuelas también se les llama pintas o repintas.
Los campesinos observan cómo se desarrollan las condiciones del clima durante el mes de enero, lo cual les permite identificar la mejor época para sembrar o cosechar, pescar e incluso, recientemente, para saber cómo vestirse, qué rutas usar, hacia dónde viajar.
Hay quienes aseguran que el origen de las cabañuelas surgió en lo que era Babilonia, después fue adoptada por los árabes, quienes la heredaron a los españoles y estos a su vez la transmitieron a la colonia en América.
De acuerdo con el físico mexicano Gerardo Herrera Corral, conocedor del tema, la palabra proviene de una tradición judía en la que el pueblo realiza la fiesta de las cabañas para recordar su recorrido por el desierto, durante el que se debía vivir en cabañas provisionales y de la palabra cabaña proviene lo de las Cabañuelas. Durante esta festividad, el pueblo judío tenía rituales con los que podía predecir la meteorología de los días por venir.
La tradición popular consiste en tener en cuenta los primeros días del mes de enero, cada día representa un mes del año; el primero de enero representa al mes de enero, el día dos al mes de febrero y así hasta llegar al día 12, que representa al mes de diciembre. Cuando se llega al día 13 comienza a la inversa, es decir, el 13 de enero es diciembre. A partir del día 25 son dos meses por cada día y el día 31 se dice que corren todas las cabañuelas, un mes cada dos horas. O sea, es el mes en que se juntan todos los climas.
A las Cabañuelas se les considera como una manera empírica para predecir el clima. Es importante mencionar que esta tradición está presente en diversas culturas, en países como México, Colombia o España.