Este año, en el Día de la Cero Discriminación, ONUSIDA pone de manifiesto cómo la despenalización de los grupos de población clave y de las personas que viven con el VIH salva vidas y contribuye a avanzar hacia el fin de la pandemia del sida.
Asimismo, asegura que las leyes penales que tienen como destinatarios a los grupos de población clave y a las personas que viven con el VIH violan sus derechos humanos, acentúan el estigma al que se enfrentan y les ponen en peligro al crear obstáculos al apoyo y a los servicios que necesitan para proteger su salud.
Al reconocer que la despenalización es un elemento esencial, los países se comprometieron a que, para 2025, menos del 10% de ellos tuvieran marcos legales y normativos de penalización que afectarán a la respuesta al VIH.
A pesar de que se han realizado algunas reformas, aún se está muy lejos del mundo está lejos de alcanzar el objetivo. Según ONUSIDA, hoy en día existen 134 países que penalizan explícitamente o persiguen de algún otro modo la exposición, ocultación o transmisión del VIH; 20 que penalizan o persiguen a las personas transgénero; 153 que penalizan al menos un aspecto del trabajo sexual; y 67 que actualmente penalizan relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. Además, 48 países siguen imponiendo restricciones de entrada en su territorio a las personas que viven con el VIH y 53 informan de que exigen la realización de pruebas del VIH para obtener certificados de matrimonio o para ejercer determinadas profesiones. Por su parte, 106 países declaran que para que los adolescentes puedan acceder a las pruebas del VIH se requiere el consentimiento paterno.
La penalización impulsa la discriminación y las desigualdades estructurales. Arrebata a las personas la esperanza de disfrutar de una vida sana y plena. Y retrasa el fin del sida.
El 1 de diciembre de 2013 la ONU estableció este día para recordar que todas las personas deben recibir un trato digno sin importar su edad, sexo, identidad de género, orientación sexual, discapacidad, raza, etnia, idioma, estado de salud —incluido el VIH—, ubicación geográfica, situación económica o estado migratorio, o por cualquier otra razón.
Sin embargo, no sólo tiene que ver con el VIH o aspectos referentes a la salud, también se busca llamar la atención sobre cuestiones relacionadas con la discriminación.