La Organización de las Naciones Unidas asegura que existen alrededor de 476 millones de indígenas en más de 90 países miembros y representan poco más del 5% de la población mundial. Sin embargo, se encuentran entre las poblaciones más desfavorecidas y vulnerables representando el 15 por ciento de los más pobres.
Los pueblos indígenas han heredado y practicado culturas y formas únicas de relacionarse con la gente y el medio ambiente. También, retienen rasgos sociales, culturales, económicos y políticos que son distintos de los predominantes en las sociedades en las que viven.
Pese a sus diferencias culturales, los pueblos indígenas de todo el mundo comparten problemas comunes a la hora de proteger sus derechos como pueblos diferentes.
Las poblaciones autóctonas han buscado durante años el reconocimiento de sus identidades, su forma de vida y el derecho sobre sus territorios tradicionales y recursos naturales, lamentablemente sus derechos han sido siempre violados. En la actualidad, se encuentran entre las poblaciones más vulnerables y perjudicadas del mundo. La comunidad internacional reconoce ahora que se necesitan medidas especiales para proteger sus derechos y mantener sus culturas y formas de vida.
En este contexto de lucha por la autodeterminación, los jóvenes indígenas juegan un papel activo e importante como agentes de cambio al frente de algunas de las crisis más apremiantes a las que se enfrenta la humanidad en la actualidad.
La juventud Indígena aprovecha las tecnologías de vanguardia y desarrollan nuevas habilidades para ofrecer soluciones y contribuir a un futuro más sostenible y pacífico para nuestra gente y el planeta.
Pero su futuro también depende de las decisiones que se tomen hoy. De ahí que se precise de su participación en los esfuerzos globales hacia la mitigación del cambio climático, la consolidación de la paz y la cooperación digital.
Para dar a conocer las necesidades de estos grupos de población, cada 9 de agosto se conmemora el Día Internacional de los Pueblos Indígenas en reconocimiento a la primera reunión de trabajo de las Naciones Unidas sobre la población Indígena que tuvo lugar en Ginebra en 1982.
El 23 de diciembre de 1994 la Asamblea General proclamó el 9 de agosto como el Día Internacional de las Poblaciones Indígenas.