Para este 2024, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) busca resaltar la importancia del periodismo y la libertad de expresión en el contexto de la actual crisis medioambiental en todo el mundo.
La ONU asegura que es importante concientizar sobre todos los aspectos de las distintas crisis medioambientales y sus efectos y por ello es esencial para construir sociedades democráticas, y la labor periodística juega un papel fundamental para responder a esta crisis.
Los periodistas se enfrentan a grandes desafíos a la hora de buscar y difundir información sobre temas de actualidad, como los problemas de las cadenas de suministro, la migración climática, las industrias de extracción, la minería ilegal, la contaminación, la caza furtiva, el tráfico de animales, la deforestación o el cambio climático. Garantizar la visibilidad de estas cuestiones es crucial para promover la paz y los valores democráticos en todo el mundo.
En el contexto de la triple crisis planetaria mundial -cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación atmosférica-, las campañas de información errónea y de desinformación ponen en tela de juicio los conocimientos y los métodos de investigación científica. Los ataques a la validez de la ciencia suponen una grave amenaza para el debate público plural y bien informado. De hecho, la información errónea y falsa sobre el cambio climático puede, en algunos casos, socavar los esfuerzos internacionales para abordarlos.
La desinformación y la información errónea sobre cuestiones medioambientales pueden provocar la falta de apoyo público y político a la acción por el clima, a políticas eficaces y a la protección de las comunidades vulnerables afectadas por el cambio climático, así como de las mujeres y las niñas, ya que el cambio climático tiende a exacerbar las desigualdades existentes.
Para lograr un desarrollo sostenible, los periodistas deben transmitir información precisa, oportuna y exhaustiva sobre los problemas medioambientales y sus consecuencias, así como sobre las posibles soluciones.
Esto requiere una estrategia global que:
En 1991, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) aprobó en Windhoek, Namibia la Declaración de Windhoek para la Promoción de una Prensa Independiente y Plural en África, la reconoce que una prensa independiente, plural y libre es un componente esencial de cualquier sociedad democrática.