Y otro al garabato. Esto siempre hace referencia a una persona que hace dos cosas la mismo tiempo o debe mantenerse atento a varios asuntos a la vez, aunque la rima hace a la frase pegajosa es un poco extraño pensar en la relación entre un gato y un garabato. Pero, si nos asomamos al diccionario de la Real Academia, resulta que el garabato es un gancho que se usaba mucho en las cocinas antiguas, que se prendía del techo y servía para colgar alimentos, carne especialmente, como aún lo vemos en algunos negocios.
Así mismo, la presencia de los gatos en estos lugares también era relativamente común, pues cazadores por naturaleza, mantenían alejados a los ratones y otros animales de los alimentos. Su natural habilidad para saltar, también aumentaba la tentación de hurtar la carne que colgaba de los garabatos y por lo tanto obligaban a las personas a estar atentas, tanto al gato, como al garabato.