Dar clases no es como cualquier otra profesión, es parte de tu vida diaria y aunque no estés al frente de un aula, sin duda hay cosas que te distinguen, por ejemplo, estas diez cosas que seguro has hecho.
Cada vez que un niño pasa corriendo junto a ti te sale tu instinto de maestro y quieres detenerlo. “Eh, niño, no corras”. Ya no digamos cuando los escuchas gritar o lo ves aventar algo.
Cuando discutes con tus amigos o tu pareja tu voz de profesor sale inevitablemente, esa que usas para llamar la atención de tus alumnos.
“A ver, te voy a explicar esto…”
Salir de compras es muy peligroso… si te llevan a una papelería, porque bolígrafos, cuadernos y hojas de colores son un mundo nuevo por descubrir.
En las reuniones con tus amigos o tu familia siempre acabas por contar alguna anécdota de tus alumnos o algo que ocurrió en tu salón de clases.
“¿Ya les conté que mi alumno el otro día…?”
Tienes un fuerte instinto de corregir las faltas de ortografía, en los anuncios, en los recados caseros, en las listas del súper… no, se escribe con c, no con s.
Si tus alumnos son pequeños, te sabes todas las canciones posibles para ordenar el salón de clases: “un candadito…”
Y si son más grandes… te sabes todas las palabrotas posibles, porque has tenido que corregir a tus alumnos, a medida que crecen su vocabulario es más amplio. Nunca falta el que te sorprende con su creatividad y conocimiento del mundo.
“Jovencito, eso no se dice…”
Podrás no saberte el nombre de ningún actor o se te podrá olvidar el nombre hasta de tu tío, pero te sabes 40 nombres de alumnos, con apellido y en orden alfabético, porque repasar la lista diario no es cosa fácil.
Cuando entras a un lugar cerrado, casa, restaurante o sala de cine, siempre quieres dar los buenos días en voz alta y te sorprendes cuando no escuchas un coro de niños que responde. ¿Qué pasa?
Siempre eres el que organiza las reuniones familiares o las salidas con amigos, decides quién lleva qué cosa y en las fiestas siempre propones las mejores dinámicas. “Nos dividimos en equipos de tres y así hacemos los proyectos, digo, la cena”
¿Te ha pasado algo de esto? ¡Cuéntanos si hay otras cosas que te distinguen como profe!