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Estas vacaciones sin duda ha sido un reto para padres o maestros, cualquier plan que se tuviera ha debido cambiarse, ninguna visita familiar, incluso las vacaciones más simples pueden resultar peligrosas. Aunque nos gustaría ir a museos, visitar sitios arqueológicos o incluso nadar en la playa, por muchas razones este año se ha convertido en un momento difícil para todos.
Una de las preocupaciones más graves para los padres e incluso para los maestros es que los más jóvenes pierdan o se atrasen en su proceso de aprendizaje, por lo que quizá busquen actividades de regularización o repaso, con tal de evitar cualquier pérdida, sin embargo es importante que los niños sean niños. Además el aprendizaje no está solamente en los cuadernos, muchas actividades diarias son también formas de aprender.
¿Qué clase de actividades podrían propiciar esto y en qué debemos fijarnos?
La cocina con niños suele ser un temor para los padres, pero si se toman algunas medidas es suficiente para garantizar la seguridad y alimentar la autonomía de nuestros pequeños. Esto puede reforzar temas de matemáticas y química, además de fortalecer funciones ejecutivas, como la organización de procesos, coordinación motriz mano-ojo, entre otras. Busca recetas sencillas, aunque tampoco dudes en probar algunas más complicadas, asigna tareas simples y en el proceso agrega preguntas sobre cantidades, pídeles que ellos lean las recetas en voz alta o que expliquen los procedimientos antes de realizarlos. Estas pequeñas reflexiones son importantes para su desarrollo.
En vacaciones es bueno tener tiempo libre y aprovecharlo, para organizarse un poco podrían pedirle a los más chicos que entre todos organicen un itinerario que se ajuste a las actividades diarias de la familia. Esto no tiene que ser muy específico, ni muy detallado, pero puede ser útil para ordenar el horario, pues es fácil en vacaciones perder el orden, dormirse muy tarde, olvidar el lavado de dientes, etc. Además seguir ese itinerario ayudará a evitar que el caos se apodere de nosotros, dando pie a la ansiedad. Peguen el itinerario en una pared donde todos puedan verlo y procuren como familia seguirlo, con la posibilidad para los chicos de agregar actividades propias, con su tiempo para ganar autonomía y descansar.
Sin importar si los más jóvenes cuentan con solo unos pesos o pueden manejar sumas más grandes, crear un presupuesto y pensar en cómo funcionan las sumas, restas e incluso multiplicaciones es la mejor forma de practicar matemáticas con un beneficio extra: manejar nuestras propias finanzas, hablar de ahorro e incluso de invitarlos a participar en el funcionamiento del hogar, pues esto creará un fuerte sentimiento de pertenencia y abrirá todas las posibilidades.
Ya hemos hablado de los beneficios de los juegos de mesa. En general son buenas herramientas para desarrollar los vínculos en el hogar, pero también para practicar habilidades de distintos tipos, desde la espera y el saber actuar conforme a turnos, seguir reglas y hablar de consecuencias al romperlas, también muchos de ellos son útiles para practicar aritmética, espacialidad, habilidades motoras, lenguaje y mucho más. Prueba con los juegos que tienes en casa y agrega algunos otros. Si no tienes ningún tablero puedes probar algunas aplicaciones o crear los propios en casa.
Esto nos lleva a hablar de juego libre. Dejar que los niños e incluso los adolescentes exploren su tiempo a su manera, aprendan un poco de sí mismos y superen momentos de aburrimiento es una de las mejores estrategias. En el juego libre y en el juego imaginativo los niños procesan sus emociones, sus pensamientos y afianzan muchas de lo que han aprendido en otros momentos. Así que tener tiempo para ser quienes ellos quieran y crear a su ritmo es una necesidad básica.
En general las habilidades artísticas son muy útiles para el desarrollo de las personas, la música por ejemplo es practicar matemáticas, coordinación, ritmo y claro, una forma de expresar emociones. No siempre tenemos la posibilidad de tomar clases de teoría o apreciación musical, pero podemos en nuestro hogar aprender más sobre distintos géneros, historia y divertirnos al bailar. Tener sesiones semanales en las que cada miembro de la familia alimentará los lazos y nos permitirá conocer un poco más.
Muchos niños ya tienen la obligación de apoyar en los diferentes quehaceres del hogar y es verdad que demasiado trabajo resulta contraproducente, pero tareas al nivel de cada uno de ellos puede ser lo que necesitan para reforzar distintos tipos de aprendizaje. Cantidades y medidas, tamaños, formas, organización de tareas, procedimientos, etc. Es importante que además de llevar a cabo las tareas se practiquen también algunas cosas de forma consciente, como investigar cómo funciona el jabón, la lavadora, cómo se tiñen las prendas, etc.
Retrasarnos en algunas habilidades es posible, sí, pero en casa e incluso lejos de la escuela podemos hacer grandes avances para nuestros pequeños. ¿Qué otras actividades sugerirías para que los más pequeños mantengan y aumenten su aprendizaje?