La verdad dar clases es uno de esos trabajos que no se repiten nunca, cada día es diferente, cada ciclo escolar tiene sus propios retos y quizá es una de las cosas que más disfrutamos de nuestra aula, sin embargo, también hay cosas que nunca cambian, clásicos que incluso a la distancia o en sistemas híbridos seguirán igual.
No importa si llevas 20 años o un padre ciclos escolares frente al aula, estos momentos seguramente los has vivido ya y los has vivido más de una vez. Aunque nunca dejan de hacer efecto, algunos nos causan una sonrisa, algunos nos desconciertan otros simplemente nos hacen enojar. ¿Cuál agregarías a esta lista?
La verdad es que ya hasta tienes medido cuánto tiempo para hacer la primera llamada antes de advertirles sobre el pizarrón, porque no importa cuánto tiempo lo dejes ahí siempre habrá alguien que apenas comenzó a copiar o que lleva escribiendo toda la clase y no puede acabar. Por eso esta frase la dices como tres o cuatro veces en toda la clase y si tienes que borrar para continuar lo adviertes incluso antes, porque si no nunca podrías hacerlo. Ahora sí, ya voy a borrar el pizarrón.
Y ese ciclo se repite unas tres o cuatro veces hasta que mejor comienzas con el paso uno y vas resolviendo dudas poco a poco, aunque puede resultar frustrante, a veces hasta chistoso, sabes que algunos alumnos tienen dificultades con los procesos, otros son sencillamente distraídos o estaban platicando, pero con un poco de paciencia esta dificultad se va superando poco a poco. Lo más curioso es que todos parecen tan seguros cuando les preguntas si alguien tiene dudas…
Típico momento, has dado una explicación larga y un poco compleja, sabes que este tema suele ser difícil y estás esperando una avalancha de preguntas y dudas, incluso entenderías si alguien hace una pregunta de las bases de este tema, pero cuando llegas al momento de las dudas, solo hay un silencio sepulcral. ¿Entendieron bien? ¿No entendieron nada? De pronto se levanta una mano y hay un poco de tensión, ¿será una duda difícil de responder?
Pero se rompe cuando el alumno expresa su deseo de ir al baño. La cuestión es, ¿qué significa esto?
Pasa con más frecuencia de la que quisiéramos, aunque lo indiques al principio, aunque parezca obvio porque les dices que lo califican, incluso si les pediste que sacaran una hoja suelta específica para el ejercicio, siempre hay alguien que escribió sus apuntes detrás de este ejercicio, que escribió una carta o dibujó una obra de arte. Al menos así no tienes que preocuparte por el nombre, porque tendrán la inconfundible letra o confesión de amor detrás.
Es extraño, porque incluso los has visto trabajar en eso, te hicieron preguntas o parecían muy seguros cuando hablaron de los avances, este trabajo es realmente importante y les has recordado al menos una vez por semana desde que inició el curso, en los últimos días diariamente hacías un espacio para hablar de ese trabajo, pero cuando llega el día de entrega nunca falta el que no tenía idea de que se entregaba la tarea ese día.
Es que este tiene tantas variantes que podrías hacer una galería especial con las preguntas más extrañas que te han hecho en los momentos más incómodos. Casi siempre caen preguntas raras cuando menos te lo esperas y algunas definitivamente te sacan de balance. Porque a la pregunta de si tienes hijos, sigue la de si tienes pareja, y a esa la de si tienes trabajo (porque al parecer dar clases no es trabajo) o si tienes una casa. Depende un poco del grado que enseñes, pero de todo te pueden preguntar a la mitad de la sesión.
Esto podría parecer el inicio de una pesadilla, pero es una realidad. Nunca falta que tras una pausa de dos semanas, ya sea semana santa o en diciembre, esperas encontrar alumnos emocionados por retomar el aprendizaje, pero al momento de querer retomar el temario solo te encuentras con que al parecer los meses previos fueron solamente una ilusión, nadie se acuerda de los temas vistos, ni siquiera de los del año anterior. Te gustaría avanzar un poco más, pero bueno, veamos esto que debieron saber antes, que de hecho sabían hace dos semanas.
¿Qué momentos típicos de una clase agregarías a esta lista? ¿Te identicas con alguno? ¡Comparte con Sala de Maestros tus mejores experiencias o las más divertidas!