México es un país muy particular y el español que hablamos aquí se distingue también del español de otros lugares del mundo. Ahorita, por ejemplo, es un adverbio muy conocido por su particular y enredado significado. Mientras para un español, hacer las cosas ahorita debería significar en el momento presente, para un mexicano puede tener varios significados: ahora mismo, en algún momento indeterminado, nunca.
Y es que la habilidad para hacer las cosas pequeñas y dotarlas de un significado nuevo es muy mexicana. Usar diminutivos en prácticamente cualquier tipo de palabra es algo que el mexicano hace por instinto y en muchas ocasiones lo hace por cariño o como atención. Los perritos son más queridos, mientras que la gente es chaparrita, para que no se sienta mal. Aunque también, a veces, suenan un poco agresivos, lo decimos por si alguna vez te han corrido con todo y tus cositas. Algunos investigadores, como José Dávila, creen que esta costumbre viene desde el náhuatl, donde sufijos como -tzin, se quedaron en nuestra cultura.
Usualmente, son los sustantivos los que son susceptibles de hacerse pequeños, pero en México los lugares (hazte pa’ allacito), el tiempo (ahorititita lo hago), los adjetivos (es que es blanquita) y prácticamente cualquier palabra puede ser más pequeña, lo cual no disminuye su valor, pero si lo afecta en muchos aspectos semánticos.
Adiosito, nos vemos luego.