Aunque a lo largo de la vida como maestro se adquieren conocimientos que solo la experiencia puede dar, siempre hay situaciones que nos sorprenden sin importar el tiempo que llevemos frente a grupo. Los alumnos desafiantes son un buen ejemplo, pues, más allá de toda la teoría que tengamos sobre educación, al encontrarnos frente a un estudiante con una conducta difícil es momento de poner en práctica todo el conocimiento. Algo que no siempre es sencillo, pero no te preocupes, aquí hay algunos tips prácticos que podrían serte útiles ante esos alumnos un tanto irreverentes.
Conserva la calma
Sin duda, cuando la conducta de un alumno se convierte en un problema es muy difícil mantener la calma, pero la realidad es que entre más se moleste un adulto ante las acciones de un niño o un joven más querrá él continuar, pues sabrá de inmediato cuál es la reacción que puede obtener de su maestro o incluso de sus padres, así que el primer paso para lidiar con los alumnos que gritan o están dispuestos a discutir es conservar la calma, un tono de voz tranquilo y gestos relajados le mostrarán que no logrará ningún objetivo con su conducta, además no generará un ambiente hostil, por lo tanto es más probable que se detenga y se relaje.
Cuida tus palabras
Un chico que enfrenta un problema de conducta seguramente es movido por emociones más que por razones, pero para contrarrestar esa situación es muy importante mantenerse por encima del conflicto y cuidar muy bien las palabras con las que se habla a los estudiantes. Durante las clases mantén un discurso positivo y concéntrate en las cosas que deseas ver realizadas más que en las que deseas evitar. El discurso será más efectivo si le dices a un estudiante lo que está bien, más que lo que está mal.
¿Por qué se porta mal?
Es importante entender que toda conducta tiene detrás una razón de ser, los factores pueden ser muchos, pero determinar qué pasa en el entorno en el momento en que se produce alguna conducta desafiante podría darnos algunas ideas para trabajar sobre ella. ¿Quiénes son testigos de esta conducta? ¿Qué actividad había en el salón de clases antes de que se detonara? ¿Qué ocurrió antes de que el alumno comenzará a portarse mal? ¿Existen situaciones fuera del control del estudiante que podrían afectarle? Preguntarnos todo esto nos dará una idea de las razones que existen para la conducta de nuestros alumnos y nos ayudará a encontrar una solución.
Ten siempre a la mano un plan
Estar preparado es lo más importante en un salón de clases; crea y delinea un plan de acción para tratar esa situación. Si estás preparado es muy posible que evites los problemas antes de que ocurran. Reforzar la conducta positiva es una buena manera de comenzar, diles a tus alumnos cuando hacen las cosas bien y sé específico, diles exactamente qué es lo que han hecho para merecer un halago. Una forma de comunicación que puede tener mucho éxito es entregar notas o tarjetas escritas, esto lo sentirán como un reconocimiento y los hará sentir bien consigo mismos.
Dale alternativas a tus estudiantes cuando enfrenten algún momento de frustración o ira y ayúdales a expresar sus emociones de forma positiva. Esto también te ayudará a ti, busquen estrategias saludables para las emociones, escribir un diario, dibujar o hacer ejercicios de respiración podrían ser muy útiles.
Estos pequeños consejos podrían serte útiles en el día a día, pues sin duda la mala conducta es un problema muy serio para los maestros. ¿Cómo la has enfrentado? ¿Tienes alguna técnica que haya dado resultados? ¡Comparte con nosotros!