Solo un maestro sabe que dar clases no es cualquier tarea, más allá de enseñar a los niños a leer o sobre la Independencia de México, es una responsabilidad muy grande, pues muchas veces tienes en tus manos alumnos que te cuentan sobre su vida y que comparten contigo experiencias diarias, porque la convivencia diaria durante tantas horas abre esas puertas.
Los niños y adolescentes pueden sufrir diferentes tipos de maltrato en casa y esa es quizá una de las situaciones más difíciles por las que pasa un profe, por eso van algunas recomendaciones para detectar y enfrentar una situación de maltrato a un alumno por parte de sus padres, familiares o tutores.
¿Cómo saber si es maltrato?
No necesariamente son marcas de golpes. El maltrato a los niños se puede dar en varias formas y es importante reconocerlas, ya que los menores, por miedo o pena, no hablan sobre esto, callan y se tornan más vulnerables para ser víctimas del bullying escolar.
Para saber cuando un niño es maltratado por los padres, tutores o familiares, es importante distinguir entre las diferentes formas de maltrato:
Negligencia, la cual se define cuando el niño no es cuidado adecuadamente que incluso puede estar en un estado de abandono.
Maltrato físico, cuando el niño es sometido en su casa a castigos corporales, encierro y privación de alimentos.
Abuso sexual, cuando a un niño se le obliga para que realice prácticas sexuales con adultos.
Maltrato emocional. De alguna forma está inmersa dentro de las otras tres modalidades ya descritas. Asimismo, este tipo de maltrato es cuando se le amenaza con duros castigos, se le descalifica, desvaloriza y no se le dan muestras de cariño.
¿Cómo podemos ayudar a prevenir estas situaciones?
Es importante que dentro de la escuela se lleven a cabo actividades orientadas a la prevención de cualquiera de las formas de maltrato. La mejor manera de lograrlo es formar un equipo entre autoridades, maestros, padres de familia y alumnos:
1.- Informar a los padres, maestros y niños sobre las formas de maltrato
2.- Crear conciencia entre los maestros y padres de familia del daño físico y mental que se provoca y las posibles consecuencias
3.- Crear ambientes de confianza para que los niños y adolescentes platiquen sobre el tema y, si fuera el caso, denuncien y soliciten ayuda.
5.- Buscar ayuda con los responsables de la dirección, psicólogos y autoridades educativas
¿Cómo detectamos estos casos?
El comportamiento de los niños maltratados delata su situación. Estos menores modifican su conducta y sus estados de ánimo son muy cambiantes. Es muy recomendable siempre estar alertas y considerar que existe abuso si se presentan las siguientes situaciones:
1. Ausencias reiteradas a clase.
2. Bajo rendimiento escolar y las dificultades de concentración.
3. Depresión constante o la presencia de conductas autoagresivas
4. Agresividad y violencia con los compañeros, especialmente con los más chicos.
5. Docilidad excesiva y la actitud evasiva o defensiva frente a los adultos.
6. Búsqueda intensa de expresiones afectuosas por parte de los adultos, especialmente cuando se trata de niños pequeños.
7. Actitudes y juegos sexualizados persistentes e inadecuados para la edad.
En las escuelas está la responsabilidad de ver por el bienestar de sus alumnos, por eso, si se llega a detectar alguna situación de violencia a los alumnos es importante actuar cuanto antes. Denunciarlo a las autoridades correspondientes y procurar apoyar a los alumnos que han sufrido esta situación.
¿A dónde denunciar?
Lo ideal, en el caso de México, es denunciar al DIF local, quienes tomarán la denuncia y verificarán la situación. El protocolo en nuestro país evita las separaciones innecesarias, por lo que piden a los padres acudir a la Escuela para padres, tomar terapia y, en casos realmente extremos, separarán a los pequeños del ambiente dañino.
Ya en la escuela, como profesores, hay muchas cosas que podemos hacer para ayudarlos a superar esa situación, para aumentar su autoestima y mejorar el aprovechamiento en clase. No olvidemos que creerle a los alumnos es el primer paso para ayudarlos.
Si detectas algún problema no dudes en consultar con los profesionales y denunciar.