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El contexto en el que estamos ha exigido que nos quedemos en casa, transformar todas nuestras actividades no ha sido nada fácil y para los más jóvenes este proceso ha sido extraño y complicado. Además de las obvias dificultades, se ha sumado el caos de cada uno, pues organizar nuestras tareas no es tan simple lejos de la estructura que da la escuela, los horarios establecidos, el uso de la campana o de las materias organizadas en cuadernos de colores diferentes.
Este desorden es también un obstáculo para el aprendizaje y un terrible generador de ansiedad que podría alejar a tus estudiantes de sus objetivos para la escuela. ¿Cómo podemos apoyar a los alumnos para que la desorganización que ha implicado el cambio no los abrume o les complique más aún el trabajo desde casa?
Algunos alumnos están recibiendo tareas e instrucciones por diferentes medios, mensajería, correo electrónico, whatsapp, aplicaciones como Classroom y hasta grupos en redes sociales, esto hace aún más difícil encontrar la información que necesitan, que lleven un control sobre sus entregas, tareas o exámenes y que completen todas las actividades en tiempo y forma. Sabemos que las evaluaciones no serán lo mismo, ni necesariamente tendrán que relacionarse con los resultados que se obtengan, lo cual hace complicado para nosotros los docentes saber qué actividades realizar con ellos, pero esto no implica que los alumnos se sientan menos presionados, incluso por sus padres.
La mejor manera de ayudarlos en este aspecto es que al menos para nuestra materia, la información, los recursos y las notificaciones o avisos las puedan encontrar en el mismo lugar, que ellos sepan que en un solo espacio podrán resolver cualquier duda, con enlaces claros y una distribución sencilla.
Escoge tú cuál será ese espacio, si usas alguna herramienta como Classroom o Teams podrías crear un espacio específico para esto, si te comunicas con ellos por correo electrónico procura que lleve toda la información necesaria y no envíes muchos correos, entre menos abrumadora sea la búsqueda de información para ellos más probable es que estén enterados de todo.
Entre los propios adultos es normal darnos cuenta que no hemos leído la información completa de un mensaje largo, nos hemos acostumbrado a la comunicación visual o auditiva más que a leer. Y si esto es complicado para un adulto, para los niños y jóvenes lo es aún más. Por otro lado, los estudiantes están recibiendo constantemente correos o mensajes y es poco probable que lean todos y cada uno de los mensajes, así que nos conviene más enviar una sola notificación, pero con la información perfectamente detallada, de forma breve, concisa y clara. Es preferible que utilices listas en lugar de párrafos largos, que resaltes las fechas importantes con negritas u otros colores y que evites dar muchos rodeos, ve siempre al punto.
Cuando asistimos a la escuela, los estudiantes obtienen recordatorios constantemente de las tareas que deben llevar a cabo, ya sea de los profesores a la hora de clase o de sus compañeros, con quienes comparten sus experiencias, sin embargo, a distancia, esa interacción no es la misma, por lo que es más fácil perderse entre las fechas de entrega, de evaluaciones, la revisión de temas o lecturas, por ello podemos apoyarlos programando recordatorios periódicos de lo que deben entregar o de las evaluaciones que se aproximan, en algunas herramientas puedes programar estos recordatorios, pero un simple mensaje adjunto a cualquier correo o mensaje que les envíes les puede ayudar a recordar el calendario.
Si algo es real en estos momentos es que todo es impredecible, no sabemos si de un momento a otro todo puede cambiar. Esa incertidumbre afecta la organización de cualquier persona, asombrados por la velocidad a la que todo se mueve, es difícil saber qué haremos al día siguiente. Para ayudar a disminuir la ansiedad que eso provoca y dar un poco de estructura a nuestro día a día, la mejor idea es ayudar con dar un poco de predictibilidad al día a día. Adelanta información a tus alumnos, diles qué temas tratarás al inicio de la semana, cuáles serán las tareas que tendrán que realizar, qué deberían aprender y cómo realizarán las actividades. Puedes ocupar unos minutos de cada lunes para hacer esta lista, así ayudarás a plantear las expectativas de tus alumnos y los ayudarás a sentir que tienen esa semana bajo control.
En medio de todo el caos mantener la comunicación, hacerla clara y sencilla es muy importante, solo así tus estudiantes podrán aprender y llegar al siguiente ciclo escolar con una mejor actitud, menos estrés y aprendizajes profundos. ¿Qué has hecho para ayudar a tus alumnos a sentirse más organizados? ¡Comparte con nosotros tus ideas!