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A la distancia, sabemos que los padres se han convertido en una de las partes más importantes de la educación, aunque la mayoría seguramente se sienten solos, perdidos en un momento de mucha tensión para todas las partes. Para nosotros como docnetes puede ser difícil lograr la participación de los padres, pero con algunas ideas podrías incluirlos en el proceso de sus hijos y facilitar también tu trabajo, mientras que ningún estudiante abandona sus estudios.

¡Echa ojo a estas recomendaciones!

Que los padres conozcan la ruta

Es muy importante saber hacia dónde nos dirigimos, para tener claras las pistas que debemos observar a lo largo del camino y asegurarnos de que vamos por el camino correcto o retomarlo. Por ello, informar a los padres de las metas con las que estamos trabajando es esencial. Hazlos partícipes de las clases y del ciclo escolar en sí, de esa forma ellos sabrán qué es lo que deben aprender los estudiantes y por qué, sabrán a que se deben las tareas, los ejercicios y las sesiones en línea, también tendrán más idea de cómo apoyar a sus hijos o de cuáles son las áreas en las que necesitan más ayuda, te podrán comunicar cuáles son las dificultades que observan o cuáles son los aprendizajes que no logran alcanzar.

Comparte con ellos tus planes, los programas y la estrategia que tienes planeada, es importante que nadie avance a ciegas.

Aprendan a priorizar

Esto es algo que debemos hacer en conjunto, porque como docentes damos importancia a todos los ejercicios, las tareas y las clases, pero en este momento es poco probable que la mayoría de los padres tengan el tiempo de estar con sus hijos para vigilar las tareas, ayudarlos a estudiar o incluso podría ser difícil que los alumnos puedan estar en las sesiones en vivo, pues las familias comparten el internet, los equipos y el tiempo de trabajo. Así que organiza las prioridades, cuáles son las sesiones esenciales, cuáles son las tareas más importantes, las lecturas o los materiales que no pueden perderse y comúnicalo a los padres, hazles saber a cuáles son los momentos más importantes, de esa forma ellos podrán organizarse y priorizar la realización de las tareas, para que cuando no puedan completar algunas o no puedan asistir a las sesiones sepan en qué momento ausentarse sin tener mayores consecuencias para los pequeños.

Sé flexible con las entregas

Esto se relaciona con la priorización de tareas. Como docentes debemos ser comprensivos y aprender a ser flexibles, para transmitir esto a los padres y a los propios alumnos. Si algunos estudiantes empiezan a retrasarse con sus tareas es probable que pierdan la motivación, pues sentirán que no tiene sentido continuar con el esfuerzo si ya han faltado a algunas entregas, por eso es necesario que, como docentes, seamos un poco más flexibles con las tareas y demos opciones a los estudiantes y a sus padres.

Si a algunos padres se les ha dificultado la entrega de, por ejemplo, fotografías, permite que te envíen un audio de los alumnos dando las respuestas correctas. Si para algún alumno estar presente en las sesiones es complicado, permite que participe a través de ejercicios escritos. Amplía el abanico de opciones, sabemos que tiempo y forma son importantes, pero en estos momentos también es importante la adaptación y la resiliencia.

La rutina como estrategia

Para algunos padres, la idea de convertirse en parte esencial de la educación académica de la vida de sus pequeños ha sido un shock, no porque no participaran antes, pero el papel que tienen ahora es mucho más complejo y difícil. Así que algunos necesitan una guía más allá de los contenidos, necesitan una guía de cómo ayudarles a sus hijos con estrategias pedagógicas, que aunque para ti pueden parecer muy obvias para ellos no lo son tanto.

Sugerirles que organicen el día de los niños o jóvenes con una rutina bien estructurada puede ser un gran inicio. La escuela ofrece una estructura fija, los horarios, las aulas, los docentes están organizados en horarios, números y tareas, pero en casa lograr esto puede ser difícil. No podemos reproducir el ambiente escolar en casa, tenemos que adaptarlo, pero la rutina, aunque distinta, puede continuar. Sugiere a los padres esto, que organicen el horario, se levanten a la misma hora siempre y se duerman a la misma hora, que tengan una hora establecida para hacer tareas y actividades de recreo en los mismos momentos del día. Habrá una gran diferencia, cada rutina es personal, porque cada familia es distinta, por ello solo ellos pueden organizarla, pero tu ayuda es muy importante.

Dales recursos a los papás

Precisamente porque la pedagogía y el trabajo académico es nuevo para los padres, ellos no cuentan con herramientas para apoyarse en el día a día. Las pausas activas, la evaluación de tareas, las técnicas de estudio o la forma en que aprenden sus hijos son conocimientos con los que seguramente no cuentan. Hazles llegar recursos que puedan serles útiles durante el estudio en casa, comparte con ellos lecturas, ejercicios, conocimientos sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje generales, para que se den una idea de cuál es la ruta que pueden establecer con los más pequeños. Recuerda que para la mayoría de los padres esto es completamente nuevo y nadie sabe hacer las cosas sin haberse preparado previamente. ¡Comparte con ellos tu conocimiento y tu experiencia de docente!

Educación socio-emocional

Otro de los aspectos que los padres no siempre tienen en cuenta es el socio-emocional, estos conceptos son novedosos, la importancia de las emociones en el aprendizaje y en general de la salud mental es aún poco hablado y estudiado. Para muchas familias con una educación cultural de otros tiempos esto puede ser muy complicado de entender, invariablemente esto afectará el aprendizaje de los alumnos y es parte de nuestro trabajo ayudar en este aspecto. Tómate un tiempo para hablar de esto con los padres, para que ellos estén más dispuestos a trabajar las emociones con sus hijos y se den cuenta de que no todo en la escuela es memorizar y repetir información, sino que el aspecto social y emocional es esencial para que sus hijos aprendan. ¡No des nada por hecho y ayuda a los padres a entender estos aspectos!

¿Para ti cuál ha sido el aspecto más complejo del trabajo con las padres de familia? ¿Cómo te has enfrentado a ello? ¡Comparte con nosotros!