“¡Que hacer la tarea ni qué ocho cuartos!”
Una buena forma de expresar desacuerdo es a través de esta expresión que tiene sus variantes, entre ellas “ni qué nada”, por ejemplo. Pero llama la atención la fórmula de los ocho cuartos que se arraigo en el habla popular, aún si a últimas fechas ha ido perdiendo preferencia entre los más jóvenes.
La Academia Mexicana de la Lengua nos dice que la expresión es una fórmula que se ha llenado con distintos complementos: los ocho cuartos, la nada. Pero que los “cuartos” provienen de la moneda que corría en España entre el siglo XVII y el XIX, aunque esta institución opina que los ocho cuartos son algo azarosos.
Otras versiones nos hablan de una moneda en específico, el realillo, que al parecer valía ocho cuartos de maravedís o que llevaba en su aleación ocho cuartos y medio. Una moneda muy usada que durante una época difícil perdió valor y ya no era posible comprar nada con esos ocho cuartos. La realidad es que hoy en día esos ocho cuartos valen muy poco.