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Estas vacaciones son, probablemente, en las que menos oportunidades de aburrimiento y tedio hay, pues las familias se reúnen y hay muchas actividades que suelen tener a los adultos de un lado a otro, presas de un estrés distinto al laboral, pero estrés al fin y al cabo. Para los más jóvenes, tal vez signifique reunirse con primos lejanos o recibir regalos, así que es posible que se encuentren muy emocionados.
Pero también son días perfectos para fomentar algunos aprendizajes y ayudarlos a crecer, aquí te damos algunas ideas que podrías tener en mente para este invierno. ¿Cómo pasas las vacaciones con tus pequeños?
Oportunidad para cuidarnos
Hay muchas cosas que se pueden aprender durante los días de descanso, esto sin presionar demasiado a los chicos a estudiar o mantenerse en distintas actividades extenuantes, pues finalmente las vacaciones sí son necesarias para descansar. Muchas veces, el autocuidado no es una prioridad, pues descubren en estos días que la comida chatarra, los horarios desfasados y quizá uno que otro exceso están presentes, por eso, planear algunas rutinas que les ayuden a los más jóvenes a ver las ventajas de cuidar de sí mismos podrían ser útiles y necesarias. Descansar, hacer ejercicio o buscar un hobbie podrían ayudarles en el futuro a manejar mejor el estrés escolar.
Conectar con los más cercanos
En los días escolares estar en casa y convivir con la familia no es tarea fácil, pero durante las vacaciones (especialmente las de invierno) se da la oportunidad de descansar y realmente pasar tiempo en casa. Aunque esto se presta a aburrimiento y conflicto, algunas actividades simples pueden fortalecer los lazos: juegos de mesa, rompecabezas, ordenar un poco la casa e incluso colaborar con las decoraciones, la cena o los preparativos pueden ser la oportunidad perfecta para convivir mejor entre todos e incitar a la conversación, mantenerse entretenido y conectar entre todos.
Autonomía e independencia
En cualquier actividad que se decida llevar a cabo, es importante que los niños y los jóvenes aprovechen estos días de relativa libertad para fomentar su autonomía, por lo que dejarlos elegir sus actividades, las personas a las que invitarán (si es que algunos van a casa a jugar) o la comida que comerán les ayudará a sentirse más seguros y también a hacerse responsables de sus decisiones. Hablar con ellos y ayudarlos a tomar buenas decisiones es la mejor manera de pasar estos días de invierno, más que tomando decisiones por ellos.
Y evitar las presiones
De esa misma forma, no es muy recomendable, especialmente en estas fiestas, obligar a los pequeños a asistir a eventos en los que no se sienten cómodos, a convivir con personas que no les agradan o a hacer actividades que no desean hacer, darles opciones y la oportunidad de decir que no cuando algo no les agrada es importante. Para esto establecer un diálogo con ellos y dejarlos exponer sus razones, así como las nuestras, es una buena forma de incentivar la empatía, la seguridad y la confianza con sus padres. Si se trata de algo que no es posible evitar también puede discutir con ellos, darles las razones y explicar siempre por qué son buenos comienzos.
¿Qué agregarías a estas recomendaciones? ¿Tienes alguna actividad planeada para estos días?