Aunque la tecnología ha estado cambiando nuestras vidas desde hace varios años, el momento que vivimos debido a la pandemia ha aumentado sus efectos de forma exponencial. Muchos son los beneficios obtenidos gracias a la posibilidad de trabajar a la distancia, estudiar desde casa e incluso hacer las compras, pero también muchas son las consecuencias. El uso excesivo de las pantallas y la imposibilidad de desaparecernos del trabajo tienen ciertos efectos negativos sobre nuestra salud, física y mental.
Por ello, de muchas maneras se ha buscado el derecho a lo que se llama “la desconexión digital”, que básicamente es el derecho que tenemos todos a separarnos de los dispositivos y plataformas de comunicación. El problema es que la pandemia ha puesto, en algunos casos, este derecho en pausa, pues gran parte de nosotros comenzamos a trabajar a distancia y por lo tanto a estar presentes en todo momento, algo que ha ocurrido aún más entre docentes, quienes, con tal de comunicarse con sus estudiantes y sus familias han estado abiertos en distintos horarios. Además de esto, la comunicación con nuestros amigos y familiares se hizo mucho más digital de lo que era antes, por lo que casi toda nuestra vida se dirigió a las pantallas, redes sociales y demás plataformas digitales.
Sin embargo, a pesar de lo extraordinario de la nueva normalidad, es importante que tengamos en cuenta la posibilidad de simplemente alejarnos de los dispositivos. Diferentes estudios han mostrado que la sobre exposición a la luz de la pantalla puede afectar nuestros ciclos de sueño, irritar nuestros ojos, provocar dolores de cabeza continuos y reducir la actividad física a tal grado que la salud del cuerpo comience a deteriorarse.
Adicionalmente, la salud mental también tiende a sufrir con la hiperconexión, provocando FOMO, acrónimo de Fear of Missing Out, o el temor a perdernos experiencias o información por estar ausentes, por lo que tendremos un deseo continuo por estar conectados a nuestros dispositivos y sufrir de ansiedad si no lo logramos. A la par, podemos experimentar agotamiento, irritabilidad, problemas de concentración, etc.
Además, la posibilidad de estar conectados prácticamente las 24 horas del día ha provocado una exigencia extrema por parte del trabajo y de nosotros mismos, cuando antes nuestros horarios eran limitados, con lo que estamos más propensos a problemas como el burnout laboral.
Ante la situación actual podríamos llegar a pensar que es imposible combatir esto, pues casi toda nuestra vida se desarrolla de forma virtual, pero no es así, de hecho es importante que de forma consciente nos tomemos el tiempo y hagamos cambios que nos ayuden a conservar la salud, física y mental. Si has pasado demasiadas horas frente a la computadora o tu celular prueba algunas de estas recomendaciones:
Es muy importante que limitemos el horario que pasamos en redes sociales, revisando nuestro correo electrónico o contestando correos electrónicos. Aunque se trate de temas personales o de trabajo, es mejor que hagas un horario de forma consciente, dedícale un tiempo limitado a todo esto y procura organizarlo de forma que tus pendientes se resuelvan apropiadamente, pero no que sean tu prioridad resolverlos inmediatamente. Si pasas mucho tiempo en redes podrías crear espacios libres de esto, date al menos breaks de media hora sin mirar ningún dispositivo cada dos horas.
A veces sentimos que todo es importante y por lo tanto designamos todo nuestro tiempo a resolver cada detalle, tanto en el hogar como en el trabajo, sin darnos espacio para descansar o distraerse. Pero no es verdad, no todos los pendientes son de vida o muerte y la mayoría pueden esperar un poco más o encontrar solución al delegar tareas correctamente. Ten a la mano una lista con tus tareas y categorízalas por prioridades, puedes listar aquellas que son esenciales y que necesitan resolverse de forma inmediata, luego agregar las que pueden esperar un poco más y al final las que no son esenciales. Así podrás ver con mayor claridad cuáles tareas no pueden esperar y cuáles puedes dejar al último. Te ayudará a organizarte, pero también a encontrar espacios para relajarte un poco.
No importa que tan apretada esté tu agenda, incluir un tiempo al día para desconectarnos, descansar y activarnos físicamente es esencial. Esto debe ir en tu lista de prioridades, ya que si no dispones de este tiempo provocarás problemas de salud a largo plazo que eventualmente se interpondrán entre tus pendientes. Así que al organizar tu horario incluye al menos media hora para hacer ejercicio, para hacer alguna actividad placentera que de preferencia no incluya el uso de pantallas y para relajarte.
Esto es muy importante, porque a pesar de la hiperconectividad, estamos más aislados que nunca. Entre las restricciones de la distancia social y el exceso de trabajo, es posible que nos hayamos alejado de nuestros amigos y familiares, incluso los más cercanos. Es momento de volver a ellos, siempre que sea seguro procura interactuar de forma física con tus amigos y conecta con la familia con la que vives. El contacto social es una parte muy importante para el ser humano, así que no la dejes de lado, además es importante sentirnos parte de la comunidad y compartir intereses comunes. Nutre tu círculo social.
¿Has sentido que últimamente estás demasiado ocupado con los dispositivos electrónicos? Es normal, todos lo hemos notado. Pero es momento de desconectarnos y hacer una pausa. ¿Qué tips nos compartirías?