Aunque no lo creas, las lenguas son como las personas y su historia es tan fantástica y aventurera como la de los grandes exploradores. Tienen familias y transmiten características que son como sus genes, lo cual permite distinguir a los parientes de algún idioma, aún si han cambiado mucho a lo largo del tiempo, esos pequeños rasgos delatan su estirpe, por ejemplo, el propio español y su relación con las lenguas romances. Como cualquier familia, se expanden en zonas aledañas, ahí surgen las variantes conforme se extienden, se mezclan con otras lenguas y cambian con el tiempo.Las grandes migraciones han llevado algunas lenguas en viajes épicos a través del mundo, como el español que cruzó el océano para extender sus genes en América. Sin embargo existen algunos casos que aún sorprenden a los investigadores, porque no han podido resolver ciertos misterios, tal es el caso del purépecha o tarasco, una de las lenguas indígenas más usadas en nuestro país, pero que sorprendentemente no parece tener relación con ninguna de las familias presentes en nuestro país, aunque hay muchas teorías, no se sabe con seguridad cuál podría ser el origen de esta particular lengua. A pesar de ser un solitario, la identidad de los pueblos que la hablan es de las más fuertes y presentes en la actualidad. ¿Conoces otro caso similar?