Como maestros o como padres, un alumno que no se interesa por la escuela es la peor pesadilla, porque, aunque no sea muy inquieto, sabemos que no aprovechará sus horas de clase. Preocupante y triste, estos alumnos pueden pasar sin pena ni gloria por la escuela, pero no habrán aprendido realmente.
Es muy importante que esos alumnos encuentren motivación en la escuela, por eso, aquí dejamos algunas ideas para que esos alumnos se entusiasmen por ir a clases.
Mostrar lo que sé
A menudo los estudiantes que tienen poca motivación en el salón de clases tienen pobres resultados en los exámenes o en las tareas, esto provoca, a su vez, que su motivación disminuya más aún. Pero esto se debe, en algunas ocasiones, a que tienen problemas para resolver los exámenes tradicionales, por ejemplo, porque les cuesta concentrarse para leer los exámenes con atención. Una buena forma de alentar a estos alumnos es darles la oportunidad de mostrar lo que saben de forma distinta: pídeles que dibujen un cómic en donde expresen lo que aprendieron, que hagan mapas mentales o que lo expresen de forma oral. Esto quizá no sustituya a un examen, pero le dará la oportunidad de mostrar lo que ha aprendido y servirá como herramienta para el futuro.
Práctica y aplicación
Los horarios de clases suelen dejarnos con muy poco espacio para llegar a estas fases del aprendizaje, sin embargo es muy importante que, además de explicar la teoría, dejemos que los alumnos practiquen y entiendan cómo se aplican los conocimientos que tratamos de enseñarles, de lo contrario siempre serán receptores pasivos. Con eso en mente, proyectos o ejercicios pueden ser muy útiles. Para aprender deben ser realmente activos en su propio proceso de educación.
¿Qué se supone que aprenda?
Hacerles saber a los niños exactamente qué deseamos que aprendan facilitará su concentración y sabrán si han sido exitosos en esa clase o en ese tema, antes de iniciar la sesión explícales qué enseñarás ese día y diles qué serán capaces de hacer al final de la lección, por ejemplo: “hoy aprenderemos a conjugar, al final del día, ustedes podrán conjugar verbos regulares en presente simple”, así ellos sabrán qué esperar de esa clase.
Hacer público su conocimiento
El reconocimiento es una parte muy importante del proceso educativo, los niños disfrutan las actividades deportivas, las clases artísticas y son competitivos porque les gusta demostrar aquello en lo que son buenos. Buscar que sus conocimientos sean reconocidos por otras personas, ya sean sus compañeros, sus padres o alumnos de otros grupos, motivará su esfuerzo. Organiza exposiciones, concursos o demostraciones en las que puedan participar todo tipo de alumnos, sin importar sus habilidades. Eso los alentará a mejorar en la escuela para ser reconocidos y encontrarán en sus tareas un momento de práctica, más que una carga.
¿Has tenido alumnos que no parecen entusiasmarse con nada? ¡Cuéntanos cómo lo has llevado!