La pandemia ha provocado que muchas cosas cambien. Aunque hay muchas actividades en pausa, hay muchas otras que se han tenido que adaptar a las circunstancias, en gran parte gracias a la tecnología. Esto también ha aplicado para la educación, ya que muchas escuelas alrededor del mundo permanecerán cerradas un tiempo más.
Aunque las herramientas de educación a distancia son excelentes en algunos casos, pueden resultar contraproducentes en otras. Una de las grandes desventajas está en la gran brecha que aún tenemos en nuestro país y en muchos países latinoamericanos, pues gran parte del alumnado no tiene acceso a las tecnologías necesarias para mantener el aprendizaje de forma segura. Pero más allá de esas limitantes, muchos profesores tendrán que enfrentarse a nuevas herramientas y a una forma de dar clases muy diferente a la que estaban acostumbrados, tanto docentes como alumnos.
Humanizar la educación a distancia es uno de los retos más grandes, pues aunque logremos cubrir los contenidos restantes para el ciclo escolar y se busque educar desde el aspecto académico, hay mucho de la escuelas que no se puede sustituir en el salón de clases virtuales: la convivencia entre alumnos, el desarrollo de la empatía entre compañeros, la regulación emocional en el aula, etc. ¿Cómo ayudar a los estudiantes a cubrir también esos aprendizajes?
No es igual que en el salón de clases, donde tus alumnos levantan la mano y puedes dirigir una conversación para que los estudiantes piensen un poco más sobre los temas vistos en clase, pero si puedes iniciar algunas actividades para inducirlos a una reflexión más profunda. Al finalizar una sesión o en las actividades que les indiques puedes dejar preguntas abiertas, hechas para que ellos puedan pensar un poco más para sí mismos sobre los temas vistos, también puedes abrir un foro de discusión para que participen o dejen sus dudas e impulsarlos a que entre compañeros retroalimenten sus dudas.
Es verdad que las relaciones son muy importantes y también es verdad que en este momento es muy difícil mantenernos cercanos a los otros, pero también podemos aprovechar las herramientas que tenemos y adaptarnos a la situación. Por ello puedes buscar actividades que lleven a tus alumnos a algún tipo de socialización, es verdad que no pueden tener trabajos en equipo como en otras ocasiones, pero pueden hacer algunas conversaciones telefónicas, videollamadas o incluso hablar por mensajería. No limites tus ideas y ayúdales a conservar el vínculo entre todos.
Puedes crear grupos de estudio o asignar parejas para ayudarlos a socializar entre ellos, recuerda hacer revisiones periódicas entre los más tímidos para saber si se comunican con otros alumnos y practica algunas actividades de empatía con diarios o historias en las que reconozcan las emociones de los otros y sus propias reacciones.
Aunque la prioridad en estos programas es mantener el ritmo académico lo más posible, también es un momento muy complicado emocionalmente para todos, por ello es importante que en tus clases hagas un espacio para la reflexión, para actividades en las que puedan externar sus emociones, entablar conversaciones sobre lo que están viviendo, entre otras reflexiones.
¿Te preocupan los vínculos en la vuelta a clases virtual? ¿Cuáles son los retos más complejos? ¡Comparte con nosotros y con otros docentes!