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La batalla de lograr que los alumnos entreguen trabajos y tareas que quedan para hacerlas en casa o fuera del horario de clase puede ser complicado, según la edad de los alumnos, algunos pueden tener más ocupaciones o simplemente parecer desinteresados, lo cual nos llena de frustración como docentes, pues sabemos que así es poco probable avanzar. Por otro lado, el trabajo a distancia nos limita más que nunca para trabajar con ellos de forma sincrónica, por lo que pedir trabajos es más importante que nunca.
A pesar de ello, los resultados no siempre son alentadores, pero con algunas ideas podemos lograr que los alumnos se comprometan con la entrega de trabajos y tareas, echa ojo a nuestras recomendaciones.
Una de las partes más importantes para que una tarea sea completada es que nos aseguremos de que es posible para los alumnos llevarla a cabo. Esto implica que tengan los conocimientos necesarios para cumplirla, aquellos que se dan con la clase o con la práctica en el salón de clases y aquellos de carácter técnico, es decir, que sepan en dónde encontrar los materiales, cómo completarla, cómo entregarla y el tiempo que tienen para lograrlo. Cuando dejamos tareas muy desafiantes es más probable que enfrentemos la ausencia de resultados, así como cuando dejamos trabajos con instrucciones poco claras, aunque algunas cosas nos parezcan obvias, es mejor recordarlas siempre al dejar una tarea, señala siempre cuáles son los requisitos, cómo deben entregarla y qué procedimiento deben llevar a cabo para completarla. Asegúrate también de que saben cuáles son los temas que abarcan y pregunta por dudas previas a la tarea.
Para muchos alumnos la claridad en las instrucciones puede significar la diferencia entre intentar completar su tarea o darla por perdida.
Nuestra materia es muy importante, sí, pero muchos alumnos tienen otras actividades además de la escuela (ya sea por necesidad en su contexto o por actividades extraescolares), además tienen otras materias y aunque la tarea que nosotros dejamos puede parecer poco demandante, al sumar todos los factores ya no es tan simple. Es mejor que priorices las tareas más importantes y dejes menos trabajos o que dividas las tareas en ejercicios realmente cortos, pero muy útiles. Es importante que tus estudiantes tengan tiempo para dedicarlo al descanso, al juego, a la socialización y sus otras ocupaciones, por lo que dejar menos tarea es una buena opción.
Los lazos entre los estudiantes son muy importantes y para lograr una mejor participación en todos los ámbitos no hay como impulsarlos a trabajar en grupo. Motiva a tus alumnos a comunicarse entre ellos, a apoyarse cuando alguno tiene mejor dominio sobre un tema o incluso a abrir grupos de estudio entre ellos para resolver sus tareas. Permite que hablen entre ellos, que se comuniquen y procura demostrar cómo se lleva a cabo un buen trabajo en equipo durante tus clases. No es lo mismo copiar las tareas que resolverlas juntos.
Una de las preguntas que más nos hacen los alumnos es “¿para qué me sirve esto?” y tienen toda la razón en preguntarlo, especialmente en un mundo con tanta tecnología, hipercontectado y cambiante, para algunos estudiantes puede resultar difícil entender por qué deben aprender lo que aprenden y cómo se relaciona eso con el mundo exterior. Así que la mejor manera de motivarlos a resolver sus tareas es darles una conexión con su mundo, busca que tus tareas tengan algún anclaje con el mundo o discute con ellos en clase la importancia de estos conocimientos, cómo se aplican en la vida real y qué consecuencias tienen, algunas materias nos ayudan como apoyo para resolver problemas o cuestionamientos más prácticos. Todo está en el enfoque que quieras darle.
¿Cuáles han sido tus estrategias para que tus alumnos completen sus tareas?