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Para muchos podría parecer que el hecho de ser docente se contradice con un término como “ansiedad social”, el cual se refiere al temor, incomodidad o angustia que puede sufrir una persona en situaciones de índole social, como puede ser una reunión o dar clases frente a grupo. Quizá por ello a muy pocos se les ocurriría que un maestro pudiera enfrentarse a esto. Sin embargo, el hecho de tener una profesión tan social no siempre excluye la posibilidad.
La ansiedad no es lo mismo que sentirnos nerviosos o estresados, todos hemos experimentado estas emociones, pero cuando hablamos de ansiedad se trata de algo mucho más grande y complejo. Se trata de nuestro cerebro diciéndonos que debemos prepararnos para un gran peligro sin que exista realmente, por lo que nuestro cuerpo comienza a segregar sustancias como adrenalina, que acelera el pulso, nos provoca sudoración y esto provoca miedo, angustia y mucho estrés. Debido a que nuestro cuerpo se mantiene en ese estado de alerta constantemente, esto se convierte en un problema.
La ansiedad social es cuando todas estas reacciones se generan cuando estamos en un contexto social, lo que puede evitar que nos atrevamos a conversar abiertamente, conocer personas o simplemente estar en un lugar lleno de gente.
Con todo esto tal vez te preguntes si un docente realmente puede experimentar ansiedad social y continuar con su trabajo. Pues si, es posible. Aunque el trabajo de un maestro implica hablar con muchas personas es posible que tenga dominados ciertos aspectos, como el hecho de dar clase, pues es un ambiente que conoce perfectamente, puede preparar sus clases y por lo tanto sentirse más seguro o preparar otras conversaciones, como aquellas que tienen con los padres de familia. Pero podría tener problemas para relacionarse mejor con los alumnos, con sus compañeros en la escuela y por lo tanto sufrir constantemente en el trabajo y en su vida diaria.
La mejor manera de enfrentar esto es acudir con un profesional de la salud mental, él nos evaluará y nos indicará algunas estrategias para sobrellevar los efectos de esta ansiedad. Sin embargo en estos momentos en los que debemos convivir con el temor de una nueva enfermedad y además adaptarnos a nuevos medios para casi todo en nuestra vida, la ansiedad podría dispararse incluso en aquellas personas que nunca la han experimentado. Y en el caso de la ansiedad social, llegar en momentos de convivencia en línea, por irónico que suene.
Aunque parezca curioso, la convivencia a la distancia ha despertado en muchas personas un tipo de ansiedad social. Y es que tener que dar clases por video conferencias o soportar la presión de alumnos, padres, familiares y amigos queriendo contactarnos constantemente puede hacer del aislamiento algo muy complejo.
Por un lado la videoconferencia implica dejar entrar a todo el mundo a la intimidad de nuestro hogar, aunque sea solo una pequeña ventana, además la comunicación a través del video no es sencilla, aprender a tomar turnos para hablar y conocer las expresiones de las otras personas por la pantalla no es fácil, son pequeñas reglas sociales que no están tan claras cuando se trata de video. A esto hay que agregar la presión de controlar factores como los sonidos a nuestro alrededor, las personas que se cuelan a la pantalla o incluso nuestra propia imagen. Y si no fuera suficiente, muchas personas han comenzado a buscar más a sus amigos, parientes y maestros, debido al aislamiento podemos pasarnos todo el día de llamada en llamada.
No es sencillo y puede traernos complicaciones. Lo primero es buscar ayuda, siempre que sintamos que algo no va bien, acudir con un profesional o hablar con alguien es el primer paso. Pero otras recomendaciones pueden ayudar a mantener esto a raya.
-Organiza horarios claros para atender diferentes llamadas y date un tiempo para ti.
-Haz una pequeña lista de reglas para que todos tus estudiantes o incluso amigos sepan cómo tomar turnos para participar en clase y conversar durante una video llamada.
-Busca un lugar en casa, que no sea tu propia cama, para hacer estas llamadas, deja un fondo neutro o busca alguno en internet que puedas poner para tus clases (existen muchas variedades).
-Diles a tus amigos y parientes si algo te provoca estrés, así podrás tener mayor control en toda situación.
¿Has experimentado ansiedad social? ¿Crees que esta situación ha provocado otro tipo de ansiedad? ¡Cuéntanos y comparte soluciones!