Es común en español hacer referencia al carácter y quizá a algún estado de ánimo pasajero y llamarlo “buen humor”, o “mal humor”, en caso de que alguien nos haya puesto de malas. ¿Pero qué es el humor y por qué dependemos tanto de él?
La palabra humor y las expresiones que dependen de este se originaron en la medicina hipocrática, en la Antigua Grecia, mucho antes de que la Ilustración se abriera paso. En la antigüedad se creía que cuatro líquidos regían el orden del cuerpo, la sangre, la bilis, la flema y la bilis negra. Estas cuatro sustancias, equilibradas, daban como resultado personas saludables, pero si alguna dominaba en el cuerpo entonces el carácter cambiaba y las enfermedades se explicaban. Quienes tenían mucha sangre eran llamados sanguíneos y eran sociables, valientes y amorosos, los que tenían mucha bilis eran propensos a la ira, a la violencia y eran llamados coléricos. Por su parte, los flemáticos eran los más calmados, tranquilos y sin mucha energía, finalmente los melancólicos tenían un exceso de bilis negra y eran propensos a la tristeza.
De estos cuatro humores dependían muchas cosas, hoy en día no son solo cuatro: humor de perros, humor negro, humor ácido, buen humor, etc. ¿Qué humor domina en ti?