En la escuela, uno de los temas que llega a dar más problemas a los maestros es el de la puntualidad, a pesar de tratarse de un principio muy importante para la vida, no solo por el hecho de llegar a tiempo a citas, clases o trabajos, sino porque refleja la respuesta que tendremos al contraer compromisos, laborales, personales o escolares. Más allá de eso, se dice que la puntualidad es siempre una señal de respeto y responsabilidad, pero es común que, a las escuelas, los padres lleguen muy tarde a dejar a los pequeños o los mismos alumnos no logren llegar a tiempo, quizá porque muchas personas subestiman el valor de esta práctica. ¿Cómo abordar este problema si afecta tu salón de clases? ¡Aquí hay algunas recomendaciones!
Hablar con los papás
Cuando los alumnos son muy jóvenes, los papás son los responsables de la impuntualidad. Por diversas razones, los padres llegan tarde a dejar a sus hijos sin importar cuantos recordatorios demos al respecto, cosa que muchas veces afecta más a los alumnos, quienes no desean ser impuntuales. Encontrar una manera de demostrarle a los padres la importancia de llegar temprano es clave para que en el futuro (y en el presente) sus hijos se aproximen a la escuela comprometidos con sus horarios.
Una forma de ayudar a los papás a comprometerse con la puntualidad es involucrarlos en pequeñas actividades matutinas y estar cerca de ellos a su llegada, que los maestros o el propio director los salude a su llegada o los invite a permanecer solo unos minutos en la escuela para un saludo o bienvenida probablemente los haga ver la importancia de llegar a tiempo, tanto para ellos como para sus hijos.
Pero quizá no baste con eso, pues finalmente, en casa podrían ocurrir diversos desajustes que provocan los retrasos, tanto en los niños como en los papás, por lo que tener a la mano algunas recomendaciones que sirvan a la familia para ser más puntuales podría ser muy útil para todos.
Algunas recomendaciones generales:
-Crear rutinas diarias, acomodar, en familia, el orden en que hacen sus actividades por la mañana (como tender la cama, desayunar e ir a la escuela).
-Ayudarlos a jerarquizar actividades en las que se de prioridad a las tareas más importantes que deben cumplir antes.
-Establecer, junto con ellos, tiempos determinados para cada actividad, con lo que se evitarán retrasos continuos y poco a poco se adquirirá una mejor comprensión de las dimensiones temporales.
-Evitar hacer dos cosas a la vez, pues propicia distracciones, esto con el fin de ser más organizados y respetuosos con el tiempo que se da a cada tarea.
En la escuela:
Si los alumnos son mayores o simplemente, si los chicos necesitan un recordatorio de la importancia de presentarse a tiempo, darles un refuerzo positivo animará a los alumnos a esforzarse. Llevar a cabo pequeñas actividades divertidas, interesantes e importantes al inicio del día o de la clase le dará una importancia especial al horario de llegada. Establecer claramente los rangos aceptables de llegada y explicar por qué es importante el horario, tanto de entrada como de salida. Para esto también es necesario respetar los horarios que nosotros establecemos, sin falta.
¿Has tenido problemas en el área de la puntualidad? ¿Cómo lo has manejado? ¡Cuéntanos en los comentarios!