Los niños adoran que un adulto les lea de vez en cuando, algunos desean leer el mismo cuento una y otra vez mientra algunos prefieren la novedad. En general, a los niños les emociona ese momento en el que el adulto se acerca para abrir un libro y escucharlo.
Esta actividad idílica también tiene sus momentos difíciles, pues algunos pequeños se aburren con facilidad, sin embargo, hacerlo constantemente podría traer grandes beneficios para todos, tanto para el desarrollo de la clase como para su desarrollo como estudiantes. Y no solo para los más pequeños, también en cursos más avanzados hacer un espacio para leer en voz alta a los jóvenes traerá ventajas importantes. ¿Te interesa? ¡Conoce aquí más!
Para los alumnos más jóvenes e incluso para algunos alumnos mayores poner atención a la voz de una persona durante cierta cantidad de tiempo puede ser todo un reto, especialmente si la clase no es de su interés, pero a través de actividades como la lectura en voz alta podemos hacer crecer poco a poco el tiempo que permanecen concentrados, por medio de historias que les interesen y añadiendo algunos elementos que llamen su atención, como modulaciones de voz o gestos.
Al mismo tiempo incentivamos la comprensión, el interés en el desarrollo de la clase.
Otro de los beneficios de compartir lecturas con los alumnos es crear un momento agradable en el que los alumnos se sienten relajados, pues alejamos la presión del contenido académico y podemos compartir con ellos historias divertidas o interesantes, al añadir contenidos variables que a la vez nos permitan abordar temas complejos, a través de la historia o de las voces de los personajes, compartir experiencias y reflexionar sobre los contenidos nos ayudará a crear un lazo especial con los alumnos, así como a profundizar nuestra comunicación.
Esta es otra de las ventajas de leer a los alumnos en el salón de clases, pues la mejor forma de incitar en otros el deseo de acercarse a los libros es a través de la imitación. Si queremos formar alumnos que se interesen por la literatura, por la lectura y por los libros la mejor manera de hacerlo es mostrarlo en el salón de clases y crear experiencias agradables en torno a los libros.
Aunque parezca que dedicar algunos minutos de la clase a una lectura en voz alta quita tiempo para dar cubrir contenido, puede ser también una oportunidad para mostrar en otro contexto la importancia de los temas aprendidos o para repasar lo visto en el salón de clases. Un libro puede servir también para hablar sobre ciertas experiencias, debatir puntos de vista y proporcionar a los alumnos una herramienta que les ayude a reflexionar sobre sus reacciones, sus conductas y sus puntos de vista.
¿Alguna vez has intentado leer a tus alumno? No importa la materia o el grado que enseñes esta actividad podría ser interesante. ¡Cuéntanos tus experiencias!