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El concepto de Justicia Restaurativa no es nuevo, pero si puede ser novedoso en algunos contextos. La mayor parte de nosotros en algún momento hemos practicado un poco esto en las aulas y en las escuelas, pero la disciplina en los centros educativos suele concentrarse en reglas y castigos.
En esta se busca que las partes involucradas en cualquier tipo de “delito” u “ofensa”, como se llama en este contexto, sean quienes decidan, en conjunto, las medidas a tomar para que se repare el daño que se haya causado. Este tipo de prácticas se conoce también como Justicia Compasiva o Justicia Reparadora y busca involucrar tanto a los ofensores, como a las “víctimas” en la reparación del daño, mientras que considera las “ofensas” como actos contra la comunidad o contra un individuo, más que contra reglamentos, leyes o autoridades abstractas.
En la Justicia Restaurativa también se busca desestigmatizar a los ofensores, dándoles herramientas para entender cuál es el efecto de sus acciones, así como la oportunidad de reparar el daño causado, ya sea a través de una disculpa, de la devolución o restauración de bienes físicos o de un trabajo comunitario. La principal idea es que tanto los afectados como los ofensores trabajen en conjunto en la resolución del problema, haciéndolos partícipes a lo largo del proceso y no solamente sujetos de una decisión ajena a ellos, como sería un castigo formulado por una autoridad.
El castigo tradicional no permite a los involucrados reflexionar sobre los errores ni sobre cómo hacer algo para reparar el daño que se haya hecho, por lo que este tipo de aproximación permite crear un espacio comunitario y de ayuda para todos.
Para trabajar algo como esto en la escuela es muy importante implantar entre los estudiantes la idea de comunidad, para que ellos sientan y comprendan que sus acciones tienen un efecto en el bienestar de sus compañeros, de sus docentes, de las autoridades escolares e incluso con sus padres, pues solo así entenderán cuál es la problemática que enfrenten.
Por ello, antes de implantar un sistema restaurativo de justicia es muy importante practicar con los estudiantes la empatía, la escucha activa, la reflexión y el debate. Acostumbrarnos, como comunidad educativa a contribuir y entender a los otros, a pesar de las diferencias, es muy importante. Este puede ser un proceso largo, porque no es un cambio simple, sino desde las bases de la comunidad, pero los cambios necesarios traerán múltiples beneficios.
Uno de los aspectos más importantes para que este tipo de aproximación sea realmente justa es el hecho de escuchar a las partes involucradas, desde una perspectiva ajena al conflicto y evitando siempre ponernos del lado de cualquiera de las partes. No se trata solamente de señalar culpables, sino de entender el conflicto, sus causas, sus efectos y a los participantes. Ante un conflicto pregunta a todos los involucrados qué ocurrió, cuál ha sido el daño causado y qué se puede hacer para repararlo. Es importante recordar y destacar que esto aplica para conflictos entre pares, pero también para conflictos que ocurren entre docentes y estudiantes e incluso entre docentes. Ya que no es una aproximación al castigo, sino al diálogo y la empatía.
Aunque instaurar esto de forma general en las escuelas puede significar un reto muy importante, también trae consigo grandes beneficios. Ayuda a construir mejor autoestima en los alumnos, incluso en aquellos que suelen ser vistos por la comunidad como “chicos problema”, pues permite una reflexión sobre los conflictos, tanto para quien comete una ofensa, como para quien resulta afectado, desde la perspectiva del otro.
También se reduce el estrés del conflicto y del castigo. Una política de cero tolerancia a la indisciplina resulta contraproducente cuando los estudiantes no entienden realmente la naturaleza de las reglas o de los castigos, sino que están al tanto de cómo evitarlos o de seguir reglas sin re-pensarlas. Lo cual, al final del día, también impacta en su aprovechamiento escolar, así como en su forma de aproximarse a los otros.
¿Has puesto en práctica algo de esto? ¿Crees que podría cambiar la forma en que tus estudiantes se relacionan? ¡Comparte con nosotros!