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Como padres o incluso como docentes, hemos hecho de todo durante estos meses de cuarentena para evitar que los más jóvenes se aburran en el interior de la casa, pues el tiempo que hemos pasado puede resultar abrumador para cualquiera, ya que estamos acostumbrados a vivir un ritmo de vida en continuo movimiento. Así que seguramente has ideado todo un plan de trabajo, actividades, una tras otra para evitar que tus pequeños se aburran en casa.
Es verdad que mantener a los pequeños estimulados es muy importante, pero también se corre el riesgo de sobre estimularlos, lo cual puede limitar el uso de la imaginación y la curiosidad. Aburrirse puede parecernos algo totalmente negativo, pero no lo es del todo. ¡Descubre aquí por qué!
No hay nada para desarrollar la capacidad de resolver problemas y crear nuevas oportunidades que la imaginación y la creatividad, palabras que usualmente asociamos a la niñez y que creemos que en el mundo adulto no tienen cabida. Sin embargo estas habilidades son esenciales para ser exitoso en cualquier trabajo o tarea. Y aunque muchas actividades en la infancia nos ayudan a obtener otras herramientas, el aburrimiento nos orilla a ser creativos, a buscar formas de salir de ese momento, en el que no tenemos tabletas, celulares o juegos de video. Los niños imaginan y crean soluciones muy diversas a su problema de “aburrimiento”.
El aprendizaje no es solamente una serie de datos que debemos anotar en un cuaderno mental. Mientras crecemos e incluso cuando somos mayores, aprendemos sin darnos cuenta, pero reflexionar sobre esta información, dejar que nuestras ideas se asienten y absorban lo que hemos practicado o aprendido necesitamos un espacio tranquilo para hacerlo y nada nos guía hacia la introspección como el aburrimiento. Así que esos momentos de niños pensativos es necesario, así como actividades que ellos mismos decidan crear, pues será una forma de experimentar con el conocimiento adquirido, incluso si no lo hacen de forma consciente.
Otra de las vertientes de los ratos libres es la frustración. Sí, en ocasiones puede resultar muy desesperante para nuestros niños y adolescentes encontrarse sin algo específico que hacer, sobre todo para las nuevas generaciones, acostumbradas a vivir a un ritmo muy acelerado y lleno de estímulos visuales. Así que sí, una pausa puede resultar en una inmensa frustración, así como en pensamientos complejos y otras emociones que no siempre son fáciles de manejar. Pero justamente en esos espacios aprendemos a manejar esas emociones, nos damos tiempo de sentir y de analizar lo que nos ocurre.
Algo también muy importante para los más jóvenes es desarrollar confianza en sí mismos, para que sean capaces de tomar decisiones, dirigir las actividades, tomar la iniciativa y ser independientes. En los momentos de aburrimiento los dejamos sin una guía específica, se atreven a correr ciertos riesgos y a manejar el tiempo a su propio ritmo. Todo ello resulta esencial para el futuro.
Sí, es verdad que nuestros niños y jóvenes necesitan aprender muchas cosas, pero también necesitan aburrirse un poco para descubrir. ¿Cómo manejas el aburrimiento de tus pequeños en esta temporada?