Gracias al avance de la tecnología, ahora podemos mantenernos informados y comunicados con quien sea en cualquier momento y desde cualquier parte, lo cual ha buscado aprovecharse en el aspecto educativo mediante cursos y talleres en línea.
La actual contingencia sanitaria ha dejado claro todo el potencial que tiene la educación a distancia. Sin embargo, al ser el único método posible en este momento, también ha revelado varios aspectos a considerar y que podrían suponer una complicación si no son atendidos de raíz.
Si bien continuamente se busca un desarrollo en el uso de las herramientas tecnológicas, la educación a distancia no había sido considerada propiamente. Por lo mismo, ahora docentes y alumnos han tenido que aprender a usar estas plataformas de forma acelerada, lo que alentado el proceso.
Conforme un alumno va madurando, su capacidad de concentración y su entendimiento de la tecnología mejoran. Sin embargo, los maestros de las etapas más tempranas del desarrollo pueden encontrar dificultades en implementar dinámicas por estos medios, particularmente en preescolar y los primeros grados de primaria.
Fuera del aula no es tan sencillo si un alumno ha entendido un tema o tiene dificultades con él, pues no hay manera clara de saber como está llevando el proceso. Lo mismo ocurre con ciertas actividades en las que se requiere el apoyo y la supervisión de los padres, pues éstos no siempre tienen claro su rol y los aspectos a evaluar.
En las ciudades estamos tan acostumbrados al uso de dispositivos electrónicos, que perdemos de vista que no en todas las comunidades tienen la solvencia económica para adquirirlos o una buena infraestructura de comunicaciones para emplearlos adecuadamente, un hecho que debe ser tomado en cuenta si se buscan implementar las mecánicas a distancia en todo el país.
¿A qué retos te has enfrentado en la educación a distancia? ¿Cómo los has resuelto?