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Aunque trabajar en equipo es muy importante, en la escuela los trabajos en equipo suelen ser una pesadilla, tanto para los alumnos como para los maestros. Compañeros que no colaboran y evaluaciones complicadas son algunas de las razones por las que podrías querer evitar estos proyectos.

A pesar de las dificultades trabajar en equipo es esencial, pues al estudiar en grupos se enriquece el aprendizaje y se obtienen beneficios que de otro modo no se logran.

Aquí algunas recomendaciones para enfrentar los difíciles momentos de trabajo en equipo:

Equilibra el trabajo

Algunos alumnos pueden ser extrovertidos y buenos para organizarse durante el trabajo colaborativo, pero siempre hay estudiantes que se estresan demasiado durante esos momentos o que les cuesta mucho más conectar, por eso es importante que, tanto en clase como para las evaluaciones, des alternativas para todos ellos. Para los más introvertidos, unas horas de trabajo en solitario y tareas personales serán de mucha ayuda, mientras que para los más inquietos, trabajo dinámico y discusiones grupales les ayudarán a concentrarse.

Que todos participen

Quizá lo más difícil de los trabajos en equipo es lograr que todos los miembros participen y aprendan. Es común que solo uno o dos alumnos hagan el trabajo completo, mientras los demás lo dejan de lado, por eso es importante dejar muy claro desde el principio cuáles son los requerimientos del grupo, que cada grupo cree un reglamento para que sigan sus propios lineamientos e incluso crear “contratos” en donde quede muy claro el compromiso de cada integrante es un buen inicio.

Y una vez conformados los equipos de trabajo, puedes asignarles un rol a cada uno, es decir, crea “encargados” para que todos tengan una guía de cómo integrarse al grupo y cuál es su tarea. Cuando se trata de aprender un tema, roles como “el cuestionador”, el clarificador” o “el sintetizador” podrían servir, es decir, una persona cuya tarea sea hacer preguntas sobre el tema, alguien más que tenga la responsabilidad de clarificar las ideas y uno que sea quien sintetice el tema. La idea es que estos roles añadan estructura y claridad a los objetivos del trabajo, pero que obligue a todos a prestar atención y escuchar a sus compañeros.

Cuántos y cuáles

Al crear equipos es importante el número de integrantes que deben tener y quiénes deben formar parte de ellos. La recomendación es tener grupos pequeños, entre tres y cinco estudiantes, por mucho, pues entre más miembros del equipo más difícil será para ellos organizarse. En cuanto a la conformación de los equipos, ten en cuenta que muchos alumnos no son necesariamente extrovertidos, por lo que estas actividades podrían causarles estrés. Al momento de acomodarlos, asegúrate que todos estén cómodos con al menos un miembro de su equipo, alguien en quien confíen y puedan relajarse.

La evaluación

Si un trabajo en equipo es complicado para los alumnos, para los maestros la dificultad llega con la evaluación, pues conocen a sus alumnos y saben que no siempre colaboran de forma equitativa. Simplifica ese problema al llevar a cabo procesos en equipo, cuyo resultado final sea individual, por ejemplo, para una investigación o una exposición, forma equipos para que investiguen y conozcan la información, pero pide a cada alumno un examen o un ensayo individual del tema. También hacer distintas evaluaciones a lo largo del proceso puede simplificar el resultado final y evitar que un grupo caiga debido a un solo alumno.

Es importante también crear un ambiente de autoevaluación, donde los propios estudiantes deban analizar su trabajo y repensar ese proceso, en donde ellos mismos hagan evaluaciones anónimas de sus compañeros y del trabajo del equipo en general.