La lista de obsequios para esta temporada navideña es muy particular para cada persona, pero hay cosas que todos los maestros aprecian, sin importar el grado que impartan o la materia a la que se dediquen, son pequeños placeres que solo aquellos que dan clases podrían entender.
¿Te gustaría recibir alguno de estos regalos? ¿Te han obsequiado algo de esto?
Plumones de colores, plumones para pizarrón, plumas de colores, crayolas, gises, colores de madera, etc. No importa, si es de colores y sirve para escribir seguramente hará feliz a un docente, aunque en casa tenga un estuche con una variedad gigantesca de puntas, tonalidades y dibujitos. Si algo ama un docente es tener opciones, aunque al final seguramente utilice una sola tinta y su pluma favorita sea una común y corriente.
Entre la necesidad de llevar el desayuno, el lunch y hasta la comida al trabajo y la necesidad de transportar café a todas horas, no hay nada que haga más feliz a un docente que la portabilidad y diseño de algunos contenedores plásticos. Lo mejor es si agregan alguna característica práctica.
La papelería tiene un actactio especial para los docentes, sino pregúntale por sus bolsas llenas de papel y otros materiales que durante el año le sirven para complementar sus actividades en el salón de clases. Encontrar el papel adecuado, incluso para envolver los regalos puede ser una misión exhaustiva, así que si encuentras un papel especialmente bonito o útil, cuadernos bellos o muy prácticos. Todas esas son opciones increíbles si le quieres regalar algo muy curioso, pero muy bello a un docente.
Es común que un docente lea mucho durante el año: tareas, exámenes, lecutras de libro de texto o libros para sus alumnos. Pero también tiene la necesidad de leer otras cosas, así que buscar algún libro interesante que además pueda terminar durante las vacaciones es una de las mejores opciones.
Escuchar tu nombre repetidamente sin parar durante todo el día, el bullicio interminable de un salón de clases activo, las voces de otros docentes que comparten sus experiencias y la llegada a casa en donde la familia requiere de nosotros toda la atención hace del silencio un bien precioso y muy importante, pero muy escaso para un docente común. Y claro que no es que no apreciemos las voces de nuestros entusiastas alumnos, pero quizá uno de los regalos que más apreciará un profe es un rato de silencio tranquilo. Esta es una gran opción.
Aunque amamos nuestro trabajo y todo el tiempo vamos de un lado a otro para preparnos mejor sin descuidar nuestra casa, también es necesario un descanso. Así que un simple día sin la necesidad de salir de casa es uno de los mejores obsequios para esta temporada.
Y además quizá uno de los más económicos.
¿Cuál es tu regalo perfecto para esta temporada?