El correr del tiempo para los profesores no se parece en nada al de los demás. Tu fin de año no es en diciembre, es cuando comienza el verano y es que el calendario escolar domina tu vida. Pero cuando se acerca el fin de ciclo toda tu rutina entra en una etapa muy particular. Aquí hicimos una lista de las pequeñas cosas con las que reconoces que el fin del año escolar se acerca.
No importa cuánto esfuerzo pongas en hacer que tus alumnos se enganchen con la clase, incluso si llevas marionetas, haces teatro o los pones a cantar, en esta época tus alumnos se distraen con prácticamente cualquier cosa, si hace mucho calor, si empieza a llover, si hay algún ruido extraño, si tienen mucha tarea, si tienen poca. No importa lo que hagas el ambiente es de distracción y festividad.
Aún sientes que tienes tiempo, crees que esta vez todo está bajo control, pero hay algo en todo el ambiente que inevitablemente empieza a causarte estrés. Son las evaluaciones, los exámenes, los proyectos sin finalizar, los festivales, la presión de los papás, la incertidumbre del próximo ciclo y esa enorme ola de trabajo que te llama desde el escritorio. Quizá por ello volvió el temblor en el ojo.
Tu propio deseo porque llegue el verano hace que la percepción del tiempo se altere poco, porque los días se te hacen larguísimos, llenos de estrés y trabajo, aunque al mismo tiempo las semanas se pasan volando, tan rápido que no sabes cómo acabarás esa carga de trabajo. Tienes prisa porque llegue el verano, pero tampoco quieres que llegue tan rápido que no te dé tiempo de acabar tus pendientes.
Esos papás que siempre están preocupados o estresados por los resultados de sus hijos agudizan su interés en estos días, poco a poco las llamadas son más constantes y los papás en la puerta de salida que te esperan para hablar contigo son cada vez más.
Además te encuentras con una que otra situación típica de la época: esos papás que estuviste buscando desde el primer día de clases te buscan desesperadamente cuando se acerca el fin de ciclo. O de plano tú mismo andas en busca de esos papás que no se presentan por nada del mundo porque estás preocupado por algún alumno.
Depende un poco del grado y de la materia que impartas, pero en general, conforme se acerca el fin de ciclo, los alumnos empiezan a seguir tus pasos y a espiar tus movimientos, porque muchos de ellos (ahora si) quieren saber si pueden hacer algo por remontar sus calificaciones, especialmente aquellos que ya hicieron los números y se dieron cuenta que un punto o dos no les vendría nada mal. ¿Trabajos extra? ¿Puntos por tener el cuaderno? ¡Lo que sea!
¿Reconoces algo de la lista? ¿Será que realmente la vida se transforma conforme se acerca el receso escolar de verano? ¡Comparte con nosotros esas experiencias!