No es fácil ser adolescente, es una de las etapas más complicadas y con más cambios, enfrentamos problemas emocionales, dudas sobre el futuro, pérdidas de la infancia, mientras la presión de grupo y los aspectos sociales comienzan a hacer su aparición.
Durante estas semanas de cuarentena es normal que sean los adolescentes quienes más resistencia y dificultades para adaptarse puedan tener, pues toda su rutina ha cambiado y tienen una fuerte necesidad de socializar, tener su propio espacio y explorar el mundo. Lamentablemente, esas actividades en este momento pueden ser muy complicadas, cuando toda la familia debe mantenerse al interior de la casa.
¿Cómo mejorar la relación con ellos, mantener la paz en el hogar e incluso aprovechar el tiempo con ellos?
Si, es importante convivir en familia, pero para un adolescente la intimidad y la posibilidad de autodescubrirse a su propio ritmo es vital, por ello es importante brindar un espacio para que ellos tengan la libertad de organizar su tiempo y su entorno. Como familia debemos entender esta necesidad y permitir que tengan momentos y lugares para ellos mismos, sin presionarlos a convivir con toda la familia o reprocharles ese espacio.
Uno de los factores más importantes en toda las relaciones es escuchar a los otros. Crear un entorno de seguridad y comprensión permitirá que el adolescente exprese mejor sus emociones, con la tranquilidad de que no será juzgado. Para lograr esto es necesario prestar atención a lo que nos dicen, validar lo que nos comparten y evitar decir cosas como “estás muy joven”, “esos no son problemas” o “yo a tu edad hacía esto”, porque esto suele representar una invalidación de lo que enfrentan.
La pandemia nos tomó por sorpresa a todos, cambió nuestra rutina y arruinó muchos de nuestros planes, además nos mantiene detenidos en nuestras casas, con lo que la tensión aumenta. Y si añadimos el factor económico, esto podría significar muchísimo estrés para toda la familia. Sin embargo, el cerebro adolescente está en una etapa de transición, donde el centro emocional está en el momento justo de cambio y adaptación, por lo que es normal que un joven sea irascible, voluntarioso e impulsivo, sensible o un poco despreocupado. Pensemos que ellos también se enfrentan a un cambio mayúsculo y que tienen diferentes frustraciones. Aunque nos parezca que ellos no están en la misma tensión que nosotros o que sus problemas nos parezcan menores, para ellos son muy importantes y podrían estar experimentar mucho estrés.
Así como es importante escucharlos y validarlos, es importante también transmitir lo que nosotros esperamos de ellos y las necesidades que tenemos en casa de forma clara, concisa y amable. Tener asambleas familiares una vez a la semana, establecer horarios fijos o repartir las tareas de casa previamente puede dejar mucho más claro cuáles son las expectativas y obligaciones para todos. Tratemos de ser justos y de cumplir siempre con lo que proponemos.
Esta puede ser la temporada perfecta para acercarnos a ellos, para conocer más sobre sus intereses y escuchar cuáles son su preocupaciones. Si tienes a tu adolescente en casa puedes comenzar a interesarte en esas actividades que nos parecen lejanas o incomprensibles, como sus videojuegos, películas o canciones favoritas. Estos elementos suelen ser de mucha importancia para un joven, pues transmiten lo que sienten. Acércate de forma respetuosa y escucha por qué les parecen importantes.
¿Estás con tu adolescente en casa? ¿Cómo ha sido esta temporada? ¡Comparte con nosotros!