Que los niños se sientan emocionados de ir a la escuela o felices al entrar a clases puede ser complicado, especialmente las primeras semanas después de las vacaciones, pues extrañan su rutina tranquila o simplemente despertarse tarde, así que cualquier estrategia que podamos usar para motivarlos es necesaria.
Si últimamente tus alumnos no se sienten muy atraídos por las clases, seguramente has tratado distintas estrategias para cambiar esto, pero, sin importar el grado que enseñes, puede que no hayan funcionado tus esfuerzos. Es normal, pero es importante que los alumnos se enganchen a las clases, de lo contrario aprender será mucho más difícil.
Algunas veces, las sanciones son necesarias, pero lo que mejor funciona en todos los contextos es el refuerzo positivo, es decir, en lugar de quitarles algo o regañarlos de más, trata de mostrarles de lo que se pierden al no trabajar más o portarse bien, crea una dinámica en la que ellos tal vez ganen al entrar a clases y no una en la que tal vez pierdan por portarse mal, es un enfoque distinto solamente.
Cosas sencillas como chocar los cinco o chocar los puños puede ser una señal que levante el interés de tus estudiantes, muéstrales que chocar los cinco es algo que deben ganarse, por ejemplo, chócalas con tus alumnos que completaron un ejercicio o que participaron correctamente en clase, diles que choquen los puños entre ellos cuando un equipo logre un objetivo o simplemente utilízalo como señal de aprobación. ¡Chocarlas es un gran método de enganchar alumnos!
Sin importar la edad de tus alumnos, utilizar canciones o música para incentivar el aprendizaje es prácticamente mágico, hasta en los alumnos más grandes, agregarles alguna canción pegajosa puede ser la mejor forma de hacer que todos pongan atención. En momentos en los que la memorización es necesaria, no hay mejor técnica que una melodía que no se sacarán de la cabeza, si no eres una persona con oído musical busca en youtube o plataformas similares, encontrarás una gran cantidad de recursos que seguramente te ayudarán. Al final escucharás a tus alumnos tararear en los pasillos.
Muchos niños y jóvenes de todas las edades adoran competir, es un hecho, y crear competencias entre ellos (o contra ellos mismos) puede ser un excelente método de ganar su atención. Pequeños concursos en clase o estrategias más grandes como la ludificación en el aula hará que ganes todo el foco de tus alumnos, además pondrás sobre la mesa el trabajo en equipo y la convivencia entre alumnos.
De nuevo, sin importar la edad de tus alumnos, los colores pueden ser el mejor incentivo para verlos tomar notas y ponerse a trabajar. Con una hoja en blanco y una caja de crayones, tu grupo entero buscará la forma de utilizarlos, darles un poco de libertad creativa levantará el ánimo y evitará un poco la aversión de tus alumnos ante el trabajo en clase, la escuela es algo serio, pero se puede llevar a cabo con muchos colores brillantes.
¿Tus alumnos se sienten aburridos o prestan poca atención a las clases? ¿Cómo haces para motivarlos cada día?