Aunque dar clases es una profesión con muchas recompensas, también implica mucho esfuerzo y en ocasiones se convierte en algo desgastante, especialmente porque esta no es una tarea que pueda cumplir una sola persona, por fuerza una verdadera educación requiere de un trabajo en equipo, desde el alumnado, hasta los padres de familia, pasando por las autoridades escolares y muchas instancias que aunque tienen influencia en nuestro trabajo no siempre están atentas o presentes en el proceso.
Por eso y por diversas razones es que nuestra pasión y el lugar de trabajo se puede transformar en un ambiente hostil, capaz de hacernos daño, a nosotros y a nuestros estudiantes. ¿Cómo enfrentar un entorno tóxico?
No es lo mismo lidiar con padres de familia indiferentes que con autoridades complicadas, por lo que para tratar de superar y sobrellevar las dificultades de un ambiente difícil necesitamos identificar primero qué es y por qué nos afecta. También es importante hacer una revisión de nuestras propias acciones y qué podemos hacer para mejorar la situación desde nuestra propia trinchera.
Es verdad que nosotros como docentes podemos hacer algunas cosas para cuidarnos y también para cambiar algún aspecto de nuestro trabajo que mejore las condiciones con la que nuestros alumnos y nosotros mismos desarrollamos nuestra tareas diarias, pero no siempre depende solo de nosotros.
Identificar si hay algo que nos limita y obstaculiza nuestro trabajo más allá de nosotros es importante para nosotros y para nuestros estudiantes. Ya sean los padres de familia, las autoridades de la escuela o algún otro factor, nuestra responsabilidad es identificarla y hacer lo posible por comenzar un cambio. Pero esto ya no depende solo de nosotros, por lo que es importante entender esto, conocer nuestros límites de acción y evitar preocuparnos o desgastarnos por aquellos factores que no podemos cambiar.
Si sabemos que no podemos cambiar algo esto puede generarnos mucha frustración, más allá de las dificultades que pueda significar para el trabajo diario. Por lo que también es necesario que entendamos, identifiquemos y actuemos sobre las que sí podemos cambiar, sobre esos factores en los que sí podemos trabajar, por ejemplo, crear un ambiente de comunidad en nuestro salón de clases, concentrarnos en el avance de nuestros estudiantes, etc.
Si bien no siempre encontramos apoyo en quienes deberíamos podemos aumentar y fortalecer el respaldo que si tenemos, por ejemplo, si las autoridades de la escuela son insuficientes, crear un equipo de trabajo con los compañeros docentes puede mejorar mucho las cosas, si los padres de familia no nos ayudan, crear un lazo entre autoridades, maestros y alumnos podría ser útil. No significa esto que se pueda sustituir la ayuda de alguien, pero si que podemos sobreponernos a las dificultades.
¿Haz enfrentado un entorno complejo? ¿Cómo te has soprepuesto y qué limitaciones has experimentado? ¡Comparte con nosotros!