Debido a la difícil situación que hemos atravesado en el último año, la educación se ha transformado mucho en pocos meses, además hemos aprendido poco a poco la mejor forma de llevar este nuevo proceso de enseñanza-aprendizaje que se ha fortalecido y ha mejorado mucho. Pero también ha implicado otros retos, ya que las necesidades y la distribución de responsabilidades entre la casa y la escuela se vio afectada.
En pocos días nos dimos cuenta de la importancia que tendría el papel de los padres de familia en este proceso, aunque también de las dificultades que esto implicaría, pues tenemos multitud de situaciones en casa que hacen más difícil o más accesible el uso de la tecnología y la enseñanza a distancia. No todos los padres viven la misma situación, ni todos los alumnos tienen las mismas características, por ello ayudar a las familias a encontrar la mejor manera de apoyarse en estos momentos es muy importante. ¡Echa ojo a estas ideas!
Para muchos padres apoyar a sus pequeños en las labores escolares puede resultar en una situación de estrés muy complicada, por el tiempo que no siempre tienen a su disposición, porque a veces no están preparados para apoyarlos en ciertas materias o conocimientos o por muchas otras razones. Por ello, a veces es más fácil tomar ciertas decisiones prácticas para ahorrar tiempo y evitar más estrés pues incluso los propios alumnos llegan a sentir una fuerte tensión al no tener la ayuda que necesitan y sienten que se quedan atrás o que no logran estar al paso de sus compañeros.
Ante esto, muchas veces la solución que los padres ven en ello es tomar el control y resolver las tareas o facilitar las cosas al grado de que los estudiantes prácticamente no hacen las actividades que necesitan para aprender. Cuidar este límite es muy importante, ya que puede afectar mucho la relación entre padres, docentes y alumnos además de afectar todo el aprendizaje de los alumnos. Como docentes podemos dar una guía práctica al hablar con los padres y decirles hasta qué punto está bien ayudarlos y en qué punto ya estamos incurriendo en resolver la tarea.
Por ejemplo, ayudarlos a encontrar fuentes de información está bien, pero no resumirla completamente o darles la respuesta ya no. Guiarlos a través de un proceso para resolver una operación, pero no darles el resultado es esencial. Es importante recordarle a los padres que las tareas no deben ser perfectas, sino útiles. No se trata de que entreguen todo perfectamente resuelto, sino que identifiquemos las faltas y necesidades de los estudiantes.
Una parte muy importante de la concentración y tranquilidad de los estudiantes, disminuir la ansiedad que pudieran sentir y cuidar que el ambiente les ayude a mantenerse enfocados sin tantas distracciones. Como docentes estamos acostumbrados a cuidar estos factores en el salón de clases, pero a la distancia puede ser aún más complicado, aunque manejemos tiempo y organización durante las sesiones, cuidar esto en casa también es importante. Guiemos a los padres con información e ideas sobre cómo las rutinas de los estudiantes pueden organizarse mejor, respetar los horarios de sueño y comidas, usar las mismas horas para el estudio o la tarea y agregar la actividad física. Esto les ayudará a mantener la ansiedad bajo control, a concentrarse fácilmente y a sentir que viven en un ambiente más organizado, como el que tendrían en la escuela.
También es posible que la presencia constante de los padres junto a los estudiantes provoque cierto estrés en ellos, la vigilancia constante, la presión de estar trabajando de forma tan distinta para su aprendizaje, la presión por los resultados a pesar de la pandemia y saber que su ritmo de aprendizaje no es como solía serlo puede acabar por poner demasiada tensión sobre los hombros de los alumnos, quienes frente a las calificaciones o los números en los exámenes sentirán que realmente no vale la pena o tratarán de hacer mucho más de lo que pueden manejar.
Sembrar la mentalidad de crecimiento es muy importante para todos los estudiantes, sin importar la modalidad en la que estén trabajando, y en estos momentos es quizá aún más necesario que nunca. Esta mentalidad consiste en saber que todo su esfuerzo es más importante que el resultado que obtengan, que todo el aprendizaje cuenta y que aunque necesiten tomarse su tiempo, caminar a su propio ritmo, caminar un poco más lejos, pueden disfrutar el camino.
Esta parte es mucho más importante de lo que podría parecer a primera instancia, porque la escuela siempre ha sido igual y todos hemos aprendido a través de los libros, en clase, con las tareas. Pero a la distancia los alumnos disponen de menos recursos, aunque podrían tener otras ventajas. Como docentes podemos guiar a los padres para que identifiquen el estilo de aprendizaje que domina en sus pequeños, así como para que reconozcan las necesidades de movimiento en su hijo, si es más visual, auditivo o kinestésico, si necesita moverse para concentrarse o si prefiere un ambiente menos estimulante para estar tranquilo. Para un padre puede ser difícil entender esto o hacer los ajustes necesarios, pero si tienen el apoyo y la comunicación con el maestro podrían tener mejores resultados.
¿Los padres de tus alumnos son un buen apoyo o ha sido difícil comunicarte con ellos? ¿Cómo haces equipo con ellos? ¡Comparte tus ideas con nosotros!